Contar la vida en segundos
26 de septiembre de 2018
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Era precisamente el día miércoles 26 de septiembre. En Naciones Unidas, jefes de Estado y Gobierno y otros cientos de funcionarios, tenían en su agenda el debate sobre la eliminación de las armas nucleares, tema prioritario al que el mundo debe prestar mucha atención y Naciones Unidas debiera pasar de los discursos a la condena y de la condena a la obligación vinculante entre lo que se acuerda y lo que debe cumplirse.
Ese mismo día, la propia ONU informaba al mundo que cada cinco segundos muere en niño por causas evitables.
Es la maldita contradicción entre lo que debiera ser y lo que es; entre quienes apuestan a la guerra y viven de ella y esa gran mayoría silenciosa y silenciada, de donde provienen la inmensa mayoría de esos niños que no llegan a ver la vida más allá de los cinco años.
En Nueva York, la capital del sistema imperial estadounidense, las amenazas del anfitrión Donald Trump contra países como Irán, Venezuela y todo lo que, según él, oliera a socialismo, causaban estupor y desaliento, indignación y rechazo, pero al personaje que las pronunciaba poco o nada le interesaba la opinión del auditorio. Él estaba “muy seguro”, y así lo afirmó una vez más, de haber hecho en sus casi dos años de mandato, que todo lo que hicieron las administraciones anteriores en la Casa Banca.
Por su total orfandad respecto a la situación internacional, los problemas de los niños y las mujeres, el hambre, las enfermedades que afectan a la mayoría de los seres humanos del planeta, resultara imposible pensar que hubiese leído el despacho noticioso de ese día, de la agencia inglesa Reuters, fechado en Londres, y que encabezaba “alrededor de 6,3 millones de niños murieron antes de cumplir 15 años en 2017, o lo que es igual, uno cada cinco segundos, sobre todo debido a la falta de agua, higiene, nutrición, y atención médica básica, según un informe de Naciones Unidas.
Se especifica en el reporte que la gran mayoría de estas muertes – 5,4 millones -, se producen en los primeros cinco años de vida, y los recién nacidos representan alrededor de la mitad de los fallecidos.
Y se advierte que “con soluciones simples como medicamentos, agua potable, electricidad y vacunas”, esta cifra podría reducirse drásticamente, dijo Laurence Chandy, experto del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Pero sin medidas urgentes, 56 millones de niños menores de cinco años, la mitad de ellos recién nacidos, morirán de aquí a 2030.
El informe de la ONU refleja que la mitad de la muerte de pequeños menores de cinco años se produjo en países del África Subsahariana, donde uno de cada 13 menores de cinco años falleció por esas causas.
Otra parte del documento de Naciones Unidas se refiere a que el pasado año fueron 2,5 millones de recién nacidos los fallecidos en el primer mes de vida, en África y el sur de Asia, o sea que esos menores tienen nueve veces más posibilidades de morir en el primer mes que uno nacido en un país con alto desarrollo.
Este retrato de la situación mundial es la otra cara de la moneda del que quiere presentar Trump respecto a su país y a todo lo que hace el imperio en favor de un mundo mejor. Todo lo contrario, Trump y quienes siguen la política del desarrollo armamentístico, nuclear principalmente, debieran detener el rumbo de un mundo hacia un barranco, sobre todo cuando son los niños los más vulnerables y afectados por las políticas locas e irresponsables de hacer guerras.
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