Con el mazo dando
1 de agosto de 2017
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Dentro de unas pocas horas quedará integrada en Venezuela la Asamblea Nacional Constituyente, cuyos 545 integrantes proceden mayoritariamente de los monipodios y poco más de un tercio de diversos sectores de la sosedad, desde el empresarial hasta el de los discapacitados por primera vez en la historia mundial, pasando por los representantes de los estudiantes, obreros y campesinos, entre otros.
Es decir, es una asamblea realmente representativa además de extraordinariamente popular, en la que nadie representa a los partidos políticos, electa este domingo por más de ocho millones de personas, que desafiaron, además del terror montado por una a oposición plagada de odio, mercenaria, sin razón de existir, condiciones climáticas adversas, cruzando ríos y arroyos.
Cierto, hay 19 millones de personas con derecho al voto, y este fue ejercido por cerca del 42%, pero, históricamente, es, sino la mayor, una de las mas nutridas logradas hasta ahora en la historia de Venezuela.
De ahí que, independientemente del criterio que se tenga, hay que felicitar por su valentía a gran parte del pueblo venezolano, teniendo en cuenta también que muchos viven en condones difíciles de vencer y algunos no tienen tradición hasta ahora de ejercer tal derecho.
No obstante, venció el entusiasmo, la alegría y el deseo inmenso de paz, tan burlado durante los últimos tres años por “guarimberos”, paramilitares colombianos introducidos por terratenientes, con la posible complicidad de otros gobiernos.
De ahí el llamado de entes gobernantes de países que integran la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y, por supuesto, Estados Unidos para desconocer los resultados de tan importante cita electoral, ignorada por la gran prensa.
Tan es así, que durante horas no pude conseguir imágenes del pueblo votando, algo que presenciaba por la televisión progresista, en tanto por Internet solo se divulgaban fotos de resistencia de “guarimberos” a la fuerza pública, además de hechos vandálicos que destruían propiedades, elementos camuflados y armados, que ya tienen la autoría de más de un centenar de asesinatos en las últimas a semanas, el más reciente el de un agente del orden al que le dispararon en la cara.
Todo lo anterior resalta la importancia de la Asamblea Nacional Constituyente, con potestad para mejorar una Constitución considerada modelo, como la venezolana, y la esperanza popular de que se haga llegas a la paz con el castigo de la injusticia, la impunidad, la especulación y la corrupción, entre otros tantos males que propician los entes defensores del neoliberalismo y del imperialismo a ultranza.
Lo cierto es que esto no es algo nuevo, porque Venezuela enfrenta esta guerra no convencional desde 1999, que, subrayo, busca derrocar países o gobiernos progresistas que representan una amenaza a los intereses de dominación imperial, por lo que en el caso venezolano, la oposición integrada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) intenta socavar la institucionalidad democrática del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En el caso venezolano, se basa en fórmulas como “La Salida”, además buscan fortalecer la propuesta de los partidos de oposición aglutinados en la MUD para subvertir intereses locales y regionales, además de que los diputados de derecha electos para una Asamblea que ellos mismos propiciaron su suspensión
Toda esa situación puede ser superada por el accionar consecuente de los delegados de la Asamblea Nacional Constituyente, quienes deben sujetar firmemente el mazo que golpeará a todo lo que se oponga a llegadade una paz duradera.
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