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Complot corriente

4 de abril de 2017

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Estados Unidos vuelve a vociferar para que la Organización de Estados Americanos (OEA) aplique sanciones contra Venezuela, insistiendo en que el secretario general Luis Almagro, sea aún más intolerante contra el gobierno de Nicolás Maduro, al que, señala,se le debe aplicar lo que denominan indistintamente Carta Democrática o Interamericana.
Imperio y carroña local lamentan que la Asamblea Nacional venezolana, controlada por la oposición, ha sido anulada y sustituida en sus funciones por el Tribunal Supremo de Justicia, avalado por la Constitución, debido a su actitud de bloqueo a las gestiones oficiales de beneficio al pueblo y de permanente desacato, al aceptar la membresía de tres legislativos que obtuvieron sus curules mediante comprobado fraude, en medio del complot insuflado desde el exterior para derribar al gobierno legítimamente electo.
Todo hacía presagiar que Almagro, y tras de él varios integrantes de ese “ministerio de colonias”, como lo llamara el Che Guevara, terminarían metiendo sus sucias manos en la vida política venezolana. La intensa y continua polémica del Secretario General de la OEA con el presidente Nicolás Maduro parecía conducir a la activación de la enunciada Carta, que no es otra cosa que un mecanismo que le asegura al imperialismo norteamericano y a los gobiernos serviles del continente, presionar, chantajear e intervenir en los asuntos internos de las naciones latinoamericanas.
Para algunos simpatizantes de la oposición, gobiernos como el del argentino Macri “traicionó” la causa de la “democracia”, pero nada de esto es cierto, porque a las pocas horas Buenos Aires ya maniobraba para que Venezuela fuera expulsada del Mercado Común Suramericano.
Por otra parte, los gobiernos como el de Macri y Peña Nieto, quien violó el principio siempre planteado por México de no inmiscuirse en los asuntos internos de otras naciones, no defienden la democracia ni en sus países ni en el continente, de tal forma que no podían traicionar algo que nunca defendieron.
En realidad, ninguna preocupación por el “pueblo venezolano” conmueve al imperialismo norteamericano, a Luis Almagro, o a los gobiernos de Argentina, Chile, Colombia y Uruguay que secundan esta descarada injerencia política.
Sólo les intranquiliza que sea el pueblo venezolano, en forma soberana labre su propio destino. Ese es el espanto que les unifica.
Entretanto, sigue la campaña de calumnias invadiendo la mayoritaria prensa plegada a los intereses imperialistas, la más reciente desmentida hace unos días por la canciller Delcy Rodríguez, quien su discurso en la OEA, aseguró que se ha tejido la falsa tesis de que no hay alimentos en Venezuela y que esta vive en un colapso financiero, en el marco de la operación mediática y financiera para subvertir el orden constitucional del país.
“Venezuela ha importado alimentos para alimentar a tres países del tamaño del nuestro”, sentenció la Canciller, desmintiendo la escasez de alimentos en el país, con referencia a las imágenes difundidas por algunos medios mostrando supermercados vacíos, que resultaron ser falsas.
“Más de 300 medios vendían que Venezuela no tenía que comer y que los supermercados estaban vacíos. Solo los medios alternativos lograron desmentir esta infamia y mostraron las imágenes de los anaqueles llenos”, dijo, puntualizando que “hemos denunciado como el Secretario General de esta organización ha jugado un papel de parcialidad hacia la oposición venezolana”
Para colmo, se vuelve a utilizar, o tratar de utilizar, a personajes de la farándula para denigrar al gobierno de Caracas, y en este sentido el embajador norteamericano en la capital venezolana, Michael Fitzpatrick, pidió La libertad de quienes considera presos políticos, citó al cantante venezolano Franco de Vita: “La libertad es un derecho fundamental de todos los humanos”, y expresó falsamente que De Vita se encuentra en el exilio, a lo que la bloguera Érika Ortega Sanoja (@ErikaOSanoja), al desmentirlo, preguntó: “¿De qué habla este señor?”.

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