Como para no recordar
24 de febrero de 2020
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Enquistada en la región más oriental de Cuba, se encuentra la ilegal base naval norteamericana de Guantánamo, que este domingo cumplió 117 años de ser territorio usurpado a la Isla por los gobiernos del país vecino.
Es esta instalación, una de las 800 bases militares que Estados Unidos tiene por todo el mundo, 70 de ellas en naciones latinoamericanas.
Todo se inició el 23 de febrero de 1903, un año después de la intervención estadounidense en Cuba y como parte de la imposición de la conocida y tristemente recordada Enmienda Platt, que nos convertía en una especie de neocolonia, luego de que la metrópoli española fuera derrotada por el ejército libertador.
Para hacer más humillante aún la ocupación ilegal del territorio cubano, el 2 de julio de ese mismo año, Estados Unidos y las autoridades impuestas en la Isla, rubricaron un tratado que especifica los detalles del contrato de arrendamiento, en el que se detalla que la nación norteña se encarga del mantenimiento de la instalación y pagaba a la Isla el irrisorio precio de 2 000 dólares anuales.
La instalación militar en el este cubano propició a Washington el dominio de la región del Caribe, América Central y del Sur y, muy importante, el control del canal de Panamá.
Se trataba de una base dotada con dos aeropuertos y varios muelles, espigones y amarraderos, con capacidad de atraque para distintos tipos de buques, lo que constituía parte de la fortaleza hegemónica de Estados Unidos en sus pretensiones imperiales.
Con el triunfo revolucionario de 1959, el gobierno cubano exigió la devolución del territorio ilegalmente ocupado, y, lejos de cumplirse los anhelos de la Isla, desde esa instalación se emprendieron provocaciones encaminadas a desatar un conflicto mayor que «justificara», según el criterio de los gobiernos de turno en la Casa Blanca, una acción militar de grandes envergaduras y la ocupación del país, aspiración que nunca ha podido ni podrá cumplir la potencia imperialista yanqui.
Durante el gobierno de George W. Bush y tras las acciones terroristas contra las Torres Gemelas, se desató por el gobernante estadounidense una verdadera cruzada contra toda persona sospechosa o que simplemente tuviera facciones árabes en diversas partes del mundo.
La CIA y el gobierno de Washington marcaron en un mapa lo que se le dio el nombre de oscuros lugares hacia donde eran llevados los detenidos por la furia imperial.
Así nació la prisión de Abu Ghraib, en Iraq, conocida en el mundo por las crueles torturas que se hicieron públicas, cometidas por los militares norteamericanos contra los reos.
Bush decidió de igual forma crear en la ilegal base de Guantánamo una especie de campo de concentración hacia donde se llevaron cientos de detenidos que también fueron salvajemente torturados, no tuvieron acceso a abogados que los defendieran, y nunca se les demostró el porqué estaban allí detenidos.
Todavía hoy en la instalación carcelera de la ilegal base de Guantánamo, quedan reos que han sido torturados y que no han podido ser juzgados por cuanto nunca se le comprobó acción alguna de las que se les imputa.
Así llega la ilegal base de Guantánamo a sus 117 años. Algo como para no recordar…
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