Colombia en la encrucijada
4 de junio de 2022
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Los resultados de la primera vuelta electoral de los comicios presidenciales colombianos, confirmaron en buena medida los pronósticos que venían ya apareciendo en las últimas semanas y que sacaban de juego al candidato uribista y del deteriorado presidente Iván Duque -el ex alcalde de Medellín Federico Gutiérrez (Fico)- lanzándolo a un lejano tercer lugar e impidiendo su participación en la decisiva segunda vuelta.
El hundimiento de Fico es una ratificación del repudio generalizado de la población colombiana al nefasto régimen Uribe-Duque, que ha presidido cuatro años de violencia, represión y crimen junto a la mayor desigualdad social, violación de los Acuerdos de Paz, creciente miseria y sumisión absoluta al gobierno imperialista de Estados Unidos, sean Trump o Biden.
Los historiadores no vacilan en calificarlo como uno de los gobiernos más vergozosos en el bicentenario decursar de la Colombia independiente y post bolivariana.
Como “la sorpresa electoral” de la jornada se posesionó el ex alcalde de la ciudad norteña de Bucaramanga, el millonario Rodolfo Hernández, una figura polémica enjuiciada por corrupción en el desempeño de su cargo, quién llevó a cabo una campaña generosamente financiada y mediáticamente proyectada hacia los sectores de la población menos instruidos o más fáciles de engañar o confundir. Esto explica los resultados que lo llevaron a desplazar al citado Fico de manera sorprendente.
Muchos aseguran que, a pesar de algunas posibles desavenencias secundarias, a la rancia, inflexible e inescrupulosa oligarquía colombiana no le quedará más remedio que cerrar filas detrás de este sujeto, que no es totalmente confiable por su ignorancia y desplantes. La oligarquía y las élites económicas tendrán que presentar un frente bien unido y abastecido para procurar la cotinuidad de los privilegios y la explotación e impedir así la llegada -al menos al gobierno, aunque no al poder- del candidato progresista del Partido Histórico, Gustavo Petro, que por vez primera ha logrado la unificación de las más diversas fuerzas populares y reunió 8 millones y medio de votos.
Para unos y para otros, el país ha llegado a una verdadera encrucijada; no han faltado las guerras civiles, los golpes de estado, los fraudes electorales, las protestas masivas, el narcotráfico, los asesinatos políticos y acontecimientos trágicos que aun se rememoran como el “bogotazo” de 1948.
Colombia es un país de extraordinaria potencialidad económica, llega ya a los 50 millones de habitantes y es el único de Sudamérica que tiene costas por los dos océanos. Ahora resulta ser “extra OTAN”.
El imperialismo no se equivoca cuando trata de mantenerlo dentro de su esfera de influencia y punta de lanza contra sus vecinos y hermanos del continente. Así ha sido históricamente.
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