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Caos y ausencia ética

1 de octubre de 2020

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En el primer debate electoral televisivo, previo a las elecciones del 3 de noviembre, el mandatario Donald Trump y el aspirante demócrata Joe Biden —el primero sobre todo— sembró un ambiente de caos y falta de ética, tal y como lo caracterizan sus egocéntricas apariciones, alejado totalmente de lo que debe ser el comportamiento de un presidente.
Para algunos especialistas, no hubo vencedor en el debate y advierten que Trump desató el caos, y al hacerlo no solo mostró una ferocidad y una desesperación inusitadas en un encuentro de esta naturaleza sino que, tras desatar un caudal de mentiras, insultos y distorsiones, se mostró incapaz de responder a la altura sobre cuestiones imprescindibles para la nación estadounidense, según reportes de Yahoo Noticias.
El citado medio digital considera que «en especial fueron notorios, incluso escandalosos, el desdén de Trump hacia el sufrimiento provocado por la pandemia de covid-19 y su responsabilidad en ello; su falta de una condena al supremacismo blanco, ante una petición explícita al respecto; su incapacidad de reconocer el racismo y la injusticia sistémica que persisten en el país y la importancia de identificarlos y neutralizarlos; y su negativa a señalar que aceptará el resultado de las próximas elecciones y llamará a sus seguidores a reconocerlo pacíficamente».
Expertos del tema refieren que el demócrata Joe Biden apareció más sereno ante un Trump agresivo y desesperado.
El demócrata no sobresalió por sus explicaciones, pero, sus mensajes y sus respuestas a un adversario desenfrenado, le anotaron puntos a su favor.
Biden, con aplomo, optó dirigirse al público y no sentirse aludido por la arremetida de Trump, generalmente vulgar y sin ética, y optó por expresar empatía y plantear su diagnóstico y las políticas y acciones que pretende llevar a cabo.
El mandatario, como para no perder la costumbre, también la emprendió contra el moderador del encuentro, Chris Wallace y se refirió con irrespeto y burla a la prensa.
Se le vio desesperado y molesto, centrado en sí mismo y en los agravios que cree ha sufrido y atacando al rival no con ideas o propuestas sino para provocar el miedo con insultos y mentiras, señalan los despachos de las agencias.
Yahoo Noticias refiere que Biden logró transmitir una imagen de serenidad ante el descarrilamiento de su contendiente, lo que en cierto modo fue una representación de la realidad del país ante una presidencia actualmente sumida en el desconcierto, mientras la nación enfrenta rudas crisis sanitarias, económicas y sociales.
En un mensaje sin crédito alguno, Donald Trump, volvió a acusar a su rival de querer llevar al país al dominio de la izquierda y, como era de esperar, ante tantas evidencias por su irresponsabilidad en el manejo de la pandemia, volvió a repetir que «todo era culpa de China».
Así concluyó el primer cruce de palabras televisivo entre el republicano Trump y el demócrata Joe Biden, en busca de ganar votos para las elecciones presidenciales, para cuya celebración falta solo un mes.

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