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Bukele y las “fuerzas oscuras”

19 de septiembre de 2024

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Nayib Bukele ha hecho caso omiso por segunda vez a los sorpresivos elogios del senil presidente, Joe Biden -un anterior detractor-, por mantener el creciente respaldo popular a su gestión, consolidado en la aún reciente y controvertida reelección, y llamó al próximo mandatario de Estados Unidos a “identificar a las fuerzas oscuras” que se están apoderando del territorio norteamericano y podrían llevar al mundo a un desastre total.

El presidente salvadoreño, quien elude identificarse como de izquierda o derecha, asistió, empero, a una reunión ultraconservadora en Maryland, EE,UU, donde desbarró contra el magnate George Soros.

“¿Quién eligió a Soros para dictar políticas públicas y leyes? ¿Por qué se siente con derecho a imponer esta agenda? Déjenme decirles algo, Soros y sus compinches chocaron contra un muro de ladrillos en El Salvador”, soltó, semanas después de acusarle de financiar a medios de comunicación para obstaculizar su reelección.

“Los salvadoreños son ahora inmunes a su influencia. Ya nadie cree sus mentiras”, añadió, y aseguró que el globalismo en su país “ya ha muerto”.

Si quieren que muera en Estados Unidos, les dijo, deben estar “dispuestos a luchar sin reparos contra todo”.

Pero dijo que “el próximo presidente” necesita no sólo ganar las elecciones sino “tener la visión, la voluntad y el coraje de hacer lo que sea necesario y, sobre todo, debe ser capaz de identificar las fuerzas oscuras que conspirarán contra él”.

Estas fuerzas “ya se están apoderando de su país. Puede que aún no lo vean, pero ya está ocurriendo (…) No siempre nos damos cuenta de lo rápido que puede multiplicarse un problema”, afirmó Bukele, quien alabó su modelo de seguridad.

Reelegido con el 84,65% de los votos debido en parte a su cruzada contra las pandillas, el presidente salvadoreño puso como ejemplo la metáfora de la rana hervida­:

“Cuando el agua hierve, ya es demasiado tarde”.

 

REALIDAD

El Salvador vive desde hace casi tres años bajo un estado de excepción que se ha saldado con 76 000 detenidos sin orden judicial, de los que más de 7 000 fueron liberados por ser inocentes.

La enfermedad de las pandillas “que había comenzado con síntomas leves, fue empeorando hasta convertirse en un cáncer que parecía incurable”, sostuvo Bukele, que ve “síntomas” en Estados Unidos.

“Grandes ciudades en declive como Baltimore, Portland, Nueva York, por nombrar sólo algunos lugares donde la delincuencia y las drogas se han convertido en la norma casi cotidiana e incluso aceptada y promovida por el gobierno”, mencionó.

En El Salvador “detuvimos a los terroristas, pero tenemos que eliminar a los jueces corruptos y los abogados y fiscales corruptos”, porque estaban “dejando libres” a los pandilleros, afirmó.

 

DIFICULTADES

Pero no todo marcha bien, porque se amplía la desigualdad, hay miles de personas que ya se alistan en el ejército de la pobreza, el aumento del Producto Interno Bruto fue apenas del 3,25%, crece la ola de emigrantes hacia Estados Unidos y los salvadoreños que allí residen apenas si aumentaron en un 1% el importante envío de remesas.

Bukele, un descendiente de palestino, ha estado enfrentando estos problemas con un presupuesto que en el 2025 no tendrá que pedir ni un centavo de préstamo, ha logrado el compromiso de unos 43 000 delincuentes, en su mayoría jóvenes, integrantes de las maras, hoy en prisión a que se incorporen a planes agrícolas que debe desarrollar urgentemente en el oeste de la pequeña nación, creando así condiciones para atacar las causas y no sólo las consecuencias del problema del narcotráfico.

Así Bukele trata de poner las bases para resolver las desigualdades, consolidar la seguridad y trabajar de lleno en las estrategias para resolver los problemas económicos durante su segundo mandato, que finalizará en el 2031.

Expertos coinciden en señalar que el presidente cumplió su palabra, al mejorar la seguridad, aunque la economía es un tema más complicado, porque uno de los aspectos a considerar es que en El Salvador hay mano de obra calificada, pero no tecnificada, algo sobre lo cual se debe trabajar.

Para que el país crezca a un punto se necesitan inversiones de unos 800 millones de dólares, pero las empresas le piden a cambio al presidente que tenga la gente tecnificada.

Y a pesar de no contar con el apoyo de Estados Unidos, que lo considera muy molesto, lo cierto es que hay que reconocer que ha creado una imagen positiva del país ante el mundo.

Este joven presidente, de 42 años, ya a los 18 dirigía una importante empresa de su padre, y se enorgullecía de su forma de tratar a los trabajadores. los trabajadores.

Así, con el apoyo del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (al que luego abandonó), se convirtió en alcalde de Nuevo Cuscatlán, donde prometió acceso a agua y electricidad a las comunidades rurales más vulnerables de la zona y se encargó de realizar grandes obras que pusieron en el foco a la pequeña población: desde grandes avenidas a hospitales con comodidades.

Fue desde esos años que comenzó a popularizar uno de sus más famosos eslóganes ante la pregunta lógica de dónde salía el dinero:

“El dinero alcanza cuando nadie roba”.

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