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Borinquen no es el Edén

15 de junio de 2016

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Nada nuevo diría si me refiero a los lazos fraternales que unen a los pueblos cubano y puertorriqueño, afianzados desde la lucha por la independencia de nuestra patria, la cual, subrayara Martí, no sería completa sin la de Puerto Rico.
Hoy empresarios puertorriqueños visitan Cuba e incluso el gobernador, su esposa y otras autoridades de la isla más pequeña elogiaron los esfuerzos cubanos para mejorar su economía
Por el contrario, el panorama de Puerto Rico está muy lejos de ser halagüeño, como cuando en 1960 un calificado ensayista cubano, hostil a la Revolución, autor de una muy buena biografía sobre José Martí, opinó que lo mejor que podía pasar era la puertorriqueñización de América Latina, alabando la bonanza en la que vivía la isla, sin mencionar que mucha de su gente dependíade bonos de subsistencia. En ese aspecto, el patriota Pedro Albizu Campos expresó que, por el contrario, sería una catástrofe.
De todas maneras, Puerto Rico no es la Tierra del Edén, como expresó el cantante Daniel Santos; ni la Perla de los Mares, según el poeta Teófilo Gautier, sino que sigue siendo una colonia de Estados Unidos, disfrazada de estado libre asociado y que hoy ostenta una deuda externa impagable, que no puede enfrentar adecuadamente por no tener la condición de estado norteamericano.
El injusto pago a los fondos buitres rechazados por el anterior gobierno argentino y aceptado por el actual neoliberal, ya reclaman en Puerto Rico el pago de sus intereses, mientras San Juan advierte que no puede seguir restando al presupuesto para satisfacer en parte los más elementales servicios sociales.
Muestra de la gran desigualdad es que un 42% de la población vive en el límite de la pobreza, de ellos dos tercios de los niños; el gobierno ha cerrado más de 120 escuelas y el desempleo aumentó al 16%.
El colega Cubasí acotaba que en todo esto hay que deslindar que, además de la actual Administración norteamericana, los principales culpables del entuerto son las trasnacionales y los organismos internacionales que, como acreedores, aprovechan la actual crisis para golpear las condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera y los sectores populares de la isla. Y tienen nombres y apellidos
Oppenheimer Funds, Franklin Templeton, Marathon Assest Management, Blue Mountain Capital, Angelo Gordon & Company, Knighthead Capital, D. E. Shaw Galvanic Portfolio y Ad Hoc Group –integrado por los fondos buitres Fir Tree Partners, Monarch, Perry Capital, Brigade Capital, Centerbridge Capital, Stone Lion y Davidson Kempner.
Hoy no tiene vigencia aquel pasaje cómico-trágico que relataba las vivencias de un puertorriqueño que viajó a Estados Unidos y pidió en una “carta a Dios” 200 dólares para regresar a su Isla, lo que consiguió con la ayuda anónima de 180 dólares de los conmovidos empleados de un correo neoyorquino, aunque en otra misiva a igual destinatario se quejaba de que esos trabajadores le habían robado 20.
Y es porque cerca de 200 000 personas ya abandonaron Borinquen en menos de dos años, que se suma a la cifra de puertorriqueños que residen en territorio continental –4,9 millones hasta el 2013–, más alto que en la isla –3, 548 000 millones, 2014. Como se puede apreciar, nada que ver con el Edén.

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