Bolivia: crecimiento económico y reducción de la pobreza
30 de enero de 2018
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Las recetas neoliberales del capitalismo salvaje y globalizado, que tanto tratan de recomendar e imponer a nuestros países de América Latina y el Caribe el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), se han estrellado contra la realidad boliviana, país que se colocó como líder del crecimiento en Sudamérica con 4,1 por ciento en el último año, superando a todos sus vecinos.
Es evidente que las políticas económicas y los avances sociales establecidos a partir de la llegada al gobierno del presidente Evo Morales –la llamada Revolución Democrática y Cultural– arroja frutos cada vez más concretos y palpables.
Sin poner en contradicción las medidas económicas con los programas sociales, inéditos en la larga historia boliviana, las actuales autoridades bolivianas han logrado conjugar sabia y eficazmente ambos, reduciendo en 12 años la pobreza extrema del 32.2 al 1.9 por ciento.
Todo ha sido logrado en medio de las conjuras, agresiones y conspiraciones incesantes, auspiciadas por el imperialismo de Estados Unidos y la servil oligarquía local que han hecho y hacen todo lo posible por retrotraer a Bolivia a los viejos tiempos, cuando era considerado el país más retrasado y miserable de la región sudamericana, saqueadas sus riquezas por los monopolios extranjeros y sumido su pueblo en el hambre, las enfermedades y la ignorancia.
La nueva Bolivia es hoy el país de esa región con mayor porcentaje de inversión pública respecto a su Producto Interno Bruto y ella asciende al 12.6 por ciento, la inflación no llega al 3 por ciento y el PIB per cápita llegó a la cifra récord de casi 3,400 dólares.
La época sangrienta y siniestra cuando Rotschild y Aramayo eran dueños monopólicos de la riqueza minera quedaron atrás y en poco más de una década, bajo la presidencia de Evo Morales y la influencia de los movimientos sociales que lo apoyan, se ha transformado el país y se sigue avanzando en la diversificación de la economía y la ampliación de los programas sociales.
Covertirse en el más importante centro productor de hidrocarburos de Sudamérica es ahora una de sus metas más cercanas y posibles. Ello redundará en el beneficio popular y no en el saqueo de las transnacionales.
No es por gusto que el gobierno imperialista de Estados Unidos y sus vasallos locales siguen haciendo todo lo posible por implantar la ingobernabilidad, frustrar el cumplimiento de los programas sociales en salud y educación, mentir y calumniar sucesivamente a Evo y demás dirigentes populares mediante la red mediática que controlan y poner fin a la Revolución Democrática y Cultural que ha rescatado al país y consolidado su soberanía, haciéndola respetar.
Las grandes posibilidades de reelección del presidente Evo Morales en los próximos comicios es algo que les aterra e intentan evitar.
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