Bob: maestro de la tortura
26 de abril de 2021
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Ya el fallecido colega y amigo canadiense Jean Guy-Allard había escrito sobre él hace ocho: años: un norteamericano nacido en Honduras y quién regresó a su país natal en busca de refugio y ayudar a exterminar a presuntos comunistas en la nación centroamericana, protegido por un régimen espurio que hace huir a miles de personas en busca de la supervivencia.
Lo paradójico de esto es que Estados Unidos forma grandes campañas para que extraditen a Julián Assange y Edward Snowden por revelar los crímenes de guerra del Imperio contra la humanidad, mientras protege a torturadores y ejecutores de los actos más criminales, enviándolos a países con regímenes sumisos.
Este es el caso de Robert Seldom Lady, más conocido como Míster Bob, experto maestro en la tortura y desapariciones de quienes mientan vulnerar el sistema que trata de establecer el establishment norteamericano en el mundo.
Pese a todos sus actos criminales, Bob sólo ha sido reclamado por el gobierno italiano, por haber secuestrado en el 2003 en una calle de Milán al clérigo musulmán egipcio Abu Omar, a quien llevó a la base militar aérea de Gersoni y luego a la de Aviado, y posteriormente a la de Ramstein, en suelo alemán, y de allí a El Cairo, donde fue torturado bajo la participación activa.
Hasta el Parlamento Europeo reconoció que varios gobiernos del llamado Viejo Continente propensos a predicar los derechos humanos en el mundo ayudaron a cubrir las transferencias secretas de sospechosos a cárceles secretas, donde fueron secuestrados, torturados y en varios casos “desaparecidos”.
Bob, quien estuvo vinculado a John Negroponte, Félix Rodríguez Mendigutía y Luis Posada Carriles, fue condenado en ausencia por un tribunal de Milán, pero, por supuesto, la CIA no entregó a uno de sus mejores agentes.
Bob había participado con su padre en operaciones de la Agencia Central de Inteligencia en la guerra sucia contra los sandinistas nicaragüenses, antes de sumarse en el 2001 en una operación en el Medio Oriente.
Pero siempre mantuvo vínculos con el país donde nació, porque tuvo participación en los negocios referentes a la venta de armas a Irán, toda una acción vinculada al narcotráfico en le época de la presidencia de Ronald Regasen.
Estas operaciones se desarrollaron paralelamente con la red de contrabando del multimillonario Gerard Laconia, padrino del empresario Yahuda Leitner, quien fue proveedor de armas y de equipos de represión a la entonces dictadura hondureña de Robert Micheletti.
Todas las pistas van ahora a Bob, hoy con 67 años, en Honduras, donde puede asesorar en lo que más conoce y practica: la tortura.
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