Biden en la «cuerda floja»
18 de enero de 2023
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Ya le han empezado a llamar el «Bidengate». Lo cierto es que el presidente estadounidense, Joe Biden, se enfrenta a un escándalo político tras la ocupación de documentos clasificados, algunos con la etiqueta de secretos, que estaban en el garaje de uno de sus domicilios privados en Delaware, así como en una oficina del Penn Biden Center, un centro de estudio en Washington.
Tales evidencias han hecho que el Departamento de Justicia asignara un fiscal especial para investigar y determinar la implicación de Biden en el delito.
Se producen estos hechos acusatorios contra el actual mandatario, en un escenario político en los Estados Unidos, donde aún se investiga la implicación del ex mandatario, Donald Trump, que una vez concluida su presidencia, se llevó hasta su casa en Mar A-Lago, Florida, nada menos que la cantidad de 15 cajas con documentos secretos.
Resulta evidente e interesante el hecho de que los primeros hallazgos de documentos que implican a Biden, se produjeron el 4 de noviembre del pasado año, precisamente unos días antes de las elecciones de medio término en Estados Unidos.
No resultaría pecar de ingenuo, si consideramos que tales «descubrimientos» pueden estar permeados de una alta dosis de chanchullo político, en los que están vinculados, tanto el Partido Republicano del ex mandatario Donald Trump, como los Demócratas de Joe Biden.
De todas formas, la actual administración ha enfatizado en que los papeles aparecidos en las propiedades del actual mandatario no tienen las mismas implicaciones de lo realizado por Trump.
En el caso del ex presidente republicano, las acusaciones lo involucran, además, con la realización del asalto al Capitolio, sede del Congreso estadounidense y el fraude fiscal por el no pago de impuestos millonarios en algunas de sus propiedades.
Lo inconcebible en todo caso es que el país donde se trata de imponer el modelo de justicia local como patrón internacional, como una vez hicieron con el dólar, todavía hoy Donald Trump siga negando sus implicaciones en tan graves violaciones y hasta participe en mítines con sus partidarios, donde públicamente hace propaganda para reelegirse como presidente en 2024.
Mientras, el demócrata Joe Biden, camina por una «cuerda floja» que cada vez le hace más difícil una posible reelección por cuatro años más en la Casa Blanca.
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