Aprender a decir NO
5 de noviembre de 2018
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Cuando Donald Trump afirmó que gracias a él se estaba solucionando el problema coreano y recibíafelicitaciones por ser el primer Presidente norteamericano que aceptaba conversar con un líder norcoreano, estaba explotando electoralmente una figura que realmente tiene mucho debélica, nada pacífica, tratando de ocultar su molestia por la actitudindependiente de su colega surcoreano, Moon Jae-in en aceptar y establecer vínculos con su par de la República Popular Democrática de Corea /RPDC), Kim Jong-un
Las cosas han ido deprisa después de que el mandatario surcoreano expresó que había que aprender a decir no a Estados Unidos, posición que nunca se han atrevido a asumir sus oponentes políticos.
Asimismo, el mandatario ha indicado su inconformidad con las presiones de los halcones del gabinete de Trump sobre los jefes militares del Surpara programar nuevos ejercicios, esta vez de infantería, cuando en susconversaciones con Pyongyang y el ´propio Trump hablanacordado “quitar el pie del acelerador” paradarle una ocasión a la paz.
En este sentido, Moon ha informado a Trump que Kim quiere reunirse nuevamente con él, luego que el mandatario norteamericano hizo caso omitió a los esfuerzos de Pyongyang por presentar un clima favorable, además de no solo eliminar, sino aumentar las sanciones económicas, exigiendo un desmantelamiento completo del plan nuclear norcoreano, algo que nunca se trató con anterioridad y, como debe apreciar el lector, es totalmente absurdo.
CUMBRES NADA BORRASCOSAS
De todas maneras, las dos cumbres de los dignatarios coreanos han servido para sacar del marasmo el proceso de diálogo entre Pyongyang y Washington, atascado desde junio pasado.
Sería imperdonable si EE.UU., desechara la ofertadel dirigente norcoreano de desmantelar su principal central nuclear de Yongbyon y la base de pruebas de misiles de Tongchang-ri, si EEUU realiza a su vez gestos de distensión similares.
Uno de los halcones de Trump, Mike Pompeo, secretario de Estado, se vistió con el traje de la hipocresía, cuando aseguró que reanudarían inmediatamente los contactos con Pyongyang, para luego suspenderlos y realizar acciones contradictoras.
Empero la posición de Pyongyang ha tenido un receptor consecuente en Moon, que siempre ha apostado a negociar con la RPDC y aducido, subrayo, que “hay que aprender a decir ‘no’ a EEUU”
Corea del Sur, socio estratégico pero potencial víctima de la tensión entre Washington y Pyongyang, comienza a replantearse los términos de su cooperación con Estados Unidos,luego de que la Administración de Trump amenazó con ataques preventivos y unilaterales que exponen aún más a Seúl.
Una persona consecuente con principios, Moon ha sido el único dirigente surcoreano que promueve el acercamiento al Norte, el regreso a la mesa de negociaciones y una revisión de los acuerdos con Estados Unidos.
Pese a las dudas que generaba su postura aperturista y dialogante entre los analistas, los votantes surcoreanos le dieron abiertamente al abogado de Derechos Civiles su consentimiento, hartos de la corrupción representada por la anterior presidenta derechista (cesada en marzo y luego encarcelada), Park Geun-hye, y asustados ante la violenta irrupción de Trump en el panorama internacional.
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