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Amputación balcánica

2 de marzo de 2015

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El plan de balcanizar a los Balcanes no es nuevo. Siempre formó parte de la estrategia política de Estados Unidos. Estuvo muy relacionado con la desintegración del llamado campo socialista europeo y de la Unión Soviética.
Washington, décadas atrás, se empeñó en acabar con los vestigios de gobiernos de izquierda o llamados socialistas, con la anuencia de una Europa que, a pesar de considerarse Unión, está más débil que nunca, y para ello ha utilizado las más variada formas del poder mediático.
La expresión más completa tuvo su exponente en Yugoslavia, convertida de la noche a la mañana de Federación en país mutilado geográficamente, con el dolor de una agresión despiadada que mató a miles de sus hijos y destruyó su infraestructura.
Pero el apetito occidental no ha cesado y todavía hoy se quiere despojar a Serbia de una de sus provincias, Voivodina, a la que quieren llevar por el carril de Kosovo, otro ente serbio desgajado a la fuerza.
Wayne Madsen escribió para la red Voltaire el pasado 26 de febrero, que Estados Unidos y la Unión Europea se disponen a completar el objetivo de la guerra que desataron contra Serbia en 1999. Después de haberle arrancado Kosovo, van a quitarle la provincia autónoma de Voivodina. Y para ello están usando el nuevo equipo de gobierno en la vecina Croacia y comprando grandes medios de prensa en Serbia.
Aunque el 70% de los habitantes de Voivodina son serbios, si la Unión Europea y la OTAN logran sus fines, la provincia seguirá el mismo camino que Kosovo, arrancado a Serbia para convertirlo en un Estado étnicamente albanés, gobernado por los terroristas del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), como próxima falsificación de Estado independiente en los Balcanes, asegura la publicación.
El territorio de Voivodina, bañado por las aguas del Danubio, es de los más fértiles de Serbia.
En los planes actuales de amputación, un papel destacado está jugando Kolinda Grabar-Kitarovic, quien vivió toda su infancia en Estados Unidos. En 1993 entró al ministerio croata de Relaciones Exteriores. En 2003 obtuvo un escaño como diputada y se convirtió entonces en ministra croata para la Integración Europea, posteriormente en embajadora en Estados Unidos y luego en secretaria general adjunta de la OTAN. Recientemente fue electa presidenta de Croacia, cargo que ejerce desde el 15 de febrero de 2015, destaca el comentario de la red Voltaire.
Aunque su triunfo fue dudoso según los medios de prensa, Kolinda no ha escatimado palabras para arremeter contra Serbia y asegurar que luchará por la autonomía de Voivodina.
El citado comentario concluye con la seguridad de que si las recientes advertencias de la ex secretaria general adjunta de la OTAN a cargo de la «diplomacia pública» y ahora presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, son un indicio de lo que está en preparación, Croacia pasará a desempeñar el papel de bastión en los planes de la OTAN para arrebatarle a Serbia la provincia de Voivodina.
Están en el tablero de ajedrez balcánico las mismas fichas que Washington y la Alianza Atlántica movieron para bombardear y destruir Yugoslavia; mutilar a Serbia quitándole Kosovo, y por ende debilitar un entorno político que siempre fue aliado, primero de la Unión Soviética y, una vez desintegrada ésta, de la actual Rusia

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