Algo más que una burla
11 de marzo de 2019
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Jair Bolsonaro montó en cólera por estos días, cuando supo que un famoso actor brasileño, José de Abreu, que tiene más de 300 000 seguidores en las redes sociales, escenificó una “obra” en público, donde aparece como si fuera un autoproclamado presidente de Brasil.
Nada más parecido a una burla al mandatario brasileño que ya recibió y le brinda ayuda al payaso autoproclamado presidente interino de Venezuela, el improvisado Juan Guaidó.
Abreu, en la obra escenificada, mostraba la insatisfacción popular por los primeros meses de gobierno de Bolsonaro.
Y expresaba: “Comenzaré a viajar por Brasil para organizar la resistencia contra este gobierno ilegítimo”. A continuación leyó la Constitución brasileña en una ceremonia falsa de jura de mandato, al estilo Guaidó.
Los reportes de la agencia AP refieren que la disputa ficticia por el mando presidencial había enfurecido a Bolsonaro, quien reaccionó en su cuenta de Twitter y amenazó al actor con recurrir a la justicia para procesarlo.
A lo que el afamado actor respondió: “Yo también voy a procesarte por idolatrar asesinos y torturadores”.
“Obviamente, no quiero ser presidente de Brasil, quiero usar el poder que me están dando para reunir más gente y desmitificar este gobierno tramposo”, dijo de Abreu.
Los más recientes despachos de prensa se refieren a que Jair Bolsonaro continua enredado en una vida polémica, son reacciones a través de Twitter, muy parecidas a las que usa frecuentemente el mandatario norteamericano Donald Trump.
Una sucesión de hechos han evidenciado las verdaderas características de este personaje y su similitud a Trump.
Por ejemplo, fue capaz de publicar un video obsceno en el que se ve a un hombre que orina sobre el pelo de otro, lo que divulgó durante las más recientes fiestas de carnaval.
La repulsa fue grande pero el actual mandatario brasileño no se detuvo, y durante una ceremonia militar afirmó que “que la democracia está vigente porque las fuerzas armadas brasileñas así lo desean”.
Nada más parecido a un concepto defendido por las dictaduras militares que reprimieron a las naciones sudamericanas, entre ellas las de Brasil, de la que Jair ha sido y es un gran defensor.
El politólogo de la Universidad de Río, Mauricio Santoro, considera al respecto que “Nunca ningún presidente electo sufrió un desgaste tan rápido, antes de concluir su primer año de mandato. En circunstancias normales, la broma de de Abreu no sería nada más que un chiste de carnaval”, dijo Santoro citado por AP.
Acusaciones que lo vinculan con la corrupción, entre ellas las relacionadas con el actuar cotidiano de sus hijos, aparecen a diario en la vida política del gigante sudamericano.
Se menciona el caso de Flavio Bolsonaro, senador e hijo de Jair, que es acusado de posesión de dinero en una cuenta de un ex asesor.
En sus primeros tres meses de gestión al frente del país, Jair Bolsonaro ya comienza a sufrir las primeras bajas en su equipo de gobierno, mientras que muchos sectores de la población consideran bochornoso que, quien apareciera en la palestra política como abanderado de la lucha anti corrupción, hoy esté involucrado a ella.
Mientras, la escenificación realizada por el famoso actor brasileño, José de Abreu, sigue siendo pan caliente, no solo en la población brasileña, sino también en las redes sociales.
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