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Algo en poco

30 de enero de 2023

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A un año del ascenso al poder de Xiomara Castro como presidenta de Honduras se encuentra en alza su aceptación popular (69%) y ha logrado cumplir algunas de sus promesas (13 de 22), pese a las dificultades internas de quienes dicen apoyarla, la omnipresencia imperial y la aún fuerte corrupción que permea a todos los estratos en el país centroamericano.
A ello hay que agregar la tergiversación constante de los mayoritarios medios de derecha, defensores de un statu quo respaldado por la presencia de la mayor base norteamericana en Centroamérica, como la de Palmerola.
La corrupción heredada de 12 años de administraciones neoliberales y el pandillerismo exacerbado por la inconsistencia policial hacen aún más difícil la ejecución del programa de una mandataria que trata de construir un socialismo democrático, también obstaculizado por un poder judicial deshonesto que aprovecha las incongruencias del legislativo.
La Presidenta solicitó a los legisladores que trabajen para la derogación del actual Código Penal, al cual calificó de generador de impunidad.
Como se recordará, Xiomara Castro se dio a conocer en la política hondureña en las filas del movimiento de resistencia en las calles al golpe de Estado que depuso a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), y ganó las elecciones del 28 de noviembre de 2021 en la casilla del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) con un 51,12% de apoyo.
No obstante, los escollos señalados antes, su gobierno ha logrado en estos primeros 12 meses el rescate de las instituciones estatales más golpeadas por el neoliberalismo, entre ellas la Empresa Nacional de Energía Eléctrica.
El servicio eléctrico representa un bien de carácter público y en consecuencia el Ejecutivo le otorgó un subsidio, al igual que al precio de los combustibles.
La construcción de un millar de escuelas y la entrega de bonos productivos a unos 140 000 productores agrícolas, fueron otros de los botones de muestra exhibidos por el gobierno.

 

PLAN BICENTENARIO

El programa de la administración de Libre está contenido en el Plan de Gobierno para la Refundación de la Patria y la Construcción del Estado Socialista y Democrático.
El también conocido como Plan Bicentenario alude a la refundación de un país golpeado en sus estructuras por la corrupción imperante en el período 2010-2022, cuyas principales expresiones fueron las denuncias de fraudes en las elecciones generales del 2013 y el 2017, la aprobación anticonstitucional por la Corte Suprema de Justicia de la reelección presidencial (2012) y la creación en el 2013 de las Zonas Especiales de Desarrollo Económico (Sedes), que entregaron la soberanía sobre porciones del territorio nacional a inversores extranjeros.
El memorando para la futura instalación de una Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH), firmado el 15 de diciembre en la sede de Naciones Unidas en presencia del secretario general, Antonio Guterres, marcó uno de los hechos más trascendentales del primer año del gobierno de Libre.
Llevar la CICIH a Honduras constituyó una de las promesas de campaña de Castro, refrendada durante el acto de toma de posesión y luego reiterada ante la 77ma. Asamblea General de la ONU.
Un paso previo en el combate contra ambos flagelos fue la extradición, el 21 de abril, del expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), quien espera juicio en una cárcel estadounidense, acusado de tres cargos, entre ellos narcotráfico y otro relacionado con armas.
En esa ocasión el fiscal general de Estados Unidos, Merck Garland, señaló que “Hernández abusó su posición como presidente de Honduras para operar el país como un narcoestado”.
Para el médico y escritor Víctor Manuel Ramos hay “avances en educación, en el impulso de la alfabetización, en el inicio de proyectos de infraestructura, pero sobre todo en los pasos esenciales para la instauración de una CICIH”.
Asimismo, la mandataria esta empelada en el combate contra las pandillas, por lo cual ha tratado de mejorar relaciones con las fuerzas policiales, con el fin de emprender una cámpala que para algunos se asemeja a la que está realizando su vecino El Salvador contra los maleantes y que ha dado buenos resultados.

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