Actuar desde dentro
7 de mayo de 2018
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En una situación de descrédito y sabiéndose derrotados en su política militar contra Siria, ahora Estados Unidos ha optado por asentarse –sin permiso de nadie– en territorio de ese país, entrenar terroristas que actúen contra el gobierno, y mantener el foco guerrerista en la zona.
Las últimas noticias refieren que Rusia ha denunciado el entrenamiento de extremistas armados en las áreas cercanas a la ciudad de Al Tanf, donde Estados Unidos ha instalado de forma ilegal una base militar.
“Y en esta área, donde los estadounidenses han declarado unilateralmente una “zona de seguridad” alrededor de los campos de refugiados de Rukban y de Al Tanf, cosas muy extrañas están sucediendo, incluido el entrenamiento de militantes. Este último se lleva a cabo con el fin de capacitar a estos para seguir luchando contra el Estado sirio, a pesar del acuerdo de alto el fuego”, dijo el canciller ruso, Serguei Lavrov, en una conferencia de prensa con el ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi.
En la base de Al Tanf se lleva a cabo ahora la formación y el equipamiento de grupos armados de la oposición siria en abierta violación de la soberanía de la nación árabe.
En este contexto de impunidad por parte de los militares norteamericanos, la Cancillería siria condenó las continuas masacres que cometen las fuerzas militares del Pentágono.
Para que se tenga una idea del crimen horrendo que se comete con los continuos bombardeos de la aviación norteamericana, se reporta que en solo un mes 129 civiles murieron en la provincia de Deir Ezzor, de los cuales 83 eran mujeres y niños.
Esta misma semana la propia aviación estadounidense bombardeó el poblado de Fadel, en el sur de la provincia de Hassakh. Allí murieron 25 mujeres y niños y un centenar fueron heridos.
Vale recordar que esta ofensiva contra Siria tiene como objetivo dividir el país, desestabilizarlo aún más y crear condiciones internas, con la presencia de mercenarios armados, para seguir atacando al ejército sirio y continuar debilitando económicamente a la nación árabe.
La administración Trump, complicada por escándalos internos, y con el denominador común de las amenazas en su filosofía de “América primero”, trata de mantener a Siria como un foco de guerra, de manera que sus planes mayores –los que van dirigidos contra la República Islámica de Irán y contra Rusia–, tengan en tierras fértiles para los conflictos, el asidero donde refugiarse en su afán hegemónico.
Ahora, actuando desde Siria, el Pentágono parece más desafiante contra las fuerzas que apuestan por la paz y que la han ido conquistando a fuerza de sacrificio y combate.
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