Bruno Rodríguez: Cuba jamás ha perpetrado ataques contra diplomáticos
4 de octubre de 2017
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Conferencia de prensa ofrecida a la prensa nacional y extranjera por Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, en el MINREX, el 3 de octubre de 2017, “Año 59 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)
Alejandro González Galiano (Moderador).- Buenas tardes.
Agradecemos la presencia de los colegas de la prensa nacional y extranjera en esta convocatoria de la conferencia de prensa del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, compañero Bruno Rodríguez Parrilla.
Se encuentran con nosotros 60 corresponsales de 31 medios de la prensa extranjera, además de los principales medios, por supuesto, de la prensa nacional.
Esta conferencia, les informo, está siendo trasmitida en vivo por la Televisión Cubana, Cubavisión Internacional, Radio Rebelde, Radio Habana Cuba y vía streaming por el canal Youtube del sitio Cubaminrex.
El Ministro ofrecerá primeramente una declaración y luego estará en disposición de responder algunas preguntas.
Bruno Rodríguez.- Buenas tardes.
Cumpliendo instrucciones de mi gobierno, en nombre del pueblo cubano, deseo trasmitir sentidas condolencias a los familiares de las víctimas y al pueblo estadounidense por el ataque ocurrido el 1ro de octubre en la ciudad de Las Vegas.
Antes, habíamos trasmitido profundas condolencias también al pueblo de los Estados Unidos, a los familiares de las víctimas y a los damnificados del huracán Irma.
Más recientemente, dirigimos nuestros sentimientos de amistad y solidaridad al hermano pueblo puertorriqueño, al que ofrecimos nuestra modesta cooperación con un hospital de campaña, un equipo de 41 médicos especializados en desastres y 4 brigadas de ingenieros y técnicos electricistas. Estamos en espera de la respuesta de esas autoridades, pero renovamos nuestra profunda solidaridad con el pueblo puertorriqueño.
A continuación daré lectura a una
DECLARACIÓN DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
El 29 de septiembre de 2017, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, anunció la decisión de reducir significativamente el personal diplomático de su Embajada en La Habana y retirar a todos los familiares, con el argumento de que se han producido “ataques” contra funcionarios del gobierno estadounidense en Cuba, que les han causado afectaciones a su salud.
El 3 de octubre de 2017, una vez más, el gobierno estadounidense, en una acción injustificada, decidió que 15 funcionarios de la Embajada de Cuba en Washington abandonen el territorio de los Estados Unidos, sobre la base de que han reducido su personal diplomático en La Habana y que el gobierno cubano no habría dado los pasos necesarios para prevenir “ataques” contra estos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores protesta enérgicamente y denuncia esta decisión infundada e inaceptable, así como el pretexto utilizado para justificarla, al afirmarse que el gobierno de Cuba no adoptó todas las medidas adecuadas para prevenir los alegados incidentes.
En la reunión sostenida, a propuesta de la parte cubana, con el secretario de Estado, Rex Tillerson, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, le advirtió de no tomar decisiones apresuradas sin sustento en evidencias, lo instó a no politizar un asunto de esta naturaleza y le reiteró la solicitud de cooperación efectiva de las autoridades estadounidenses para esclarecer los hechos y concluir la investigación.
Es la segunda ocasión, después que el 23 de mayo de 2017 el Departamento de Estado ordenara que dos diplomáticos cubanos en Washington abandonaran el país, en que el Gobierno de los Estados Unidos responde de manera precipitada, inapropiada e irreflexiva, sin evidencias sobre la ocurrencia de los hechos invocados, en los que Cuba no tiene responsabilidad alguna, y sin que haya concluido la investigación que está en curso.
Tal como fuera trasladado por el Canciller cubano al secretario de Estado Tillerson, el 26 de septiembre de 2017, Cuba, que ha sido víctima en el pasado de atentados contra miembros de su personal diplomático, asesinados, desaparecidos, secuestrados o agredidos en el ejercicio de sus funciones, cumple con toda seriedad y rigor sus obligaciones con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, en lo que se refiere a la protección de la integridad de los agentes diplomáticos acreditados en el país, en lo cual puede mostrar un historial impecable.
Como informó el Ministerio el pasado 9 de agosto, desde que la Embajada y el Departamento de Estado de los Estados Unidos informaran, el 17 de febrero de 2017, la presunta ocurrencia de incidentes contra algunos funcionarios de esa sede diplomática y sus familiares desde noviembre de 2016, alegando que les causaron daños y otras afecciones, las autoridades cubanas han actuado con suma seriedad, profesionalismo e inmediatez para esclarecer esta situación e iniciaron una investigación exhaustiva y prioritaria por indicación del más alto nivel del Gobierno.
Se reforzaron las medidas de protección de los diplomáticos estadounidenses, sus familiares y sus residencias, se habilitaron nuevos canales de comunicación expedita de la Embajada con el Departamento de Seguridad Diplomática y se creó un comité de expertos para el análisis integral de los hechos, integrado por autoridades policiales, médicos y científicos.
Ante la tardía, fraccionada e insuficiente información suministrada por los estadounidenses, las autoridades cubanas solicitaron a la Embajada de los Estados Unidos precisiones e informaciones adicionales que permitieran realizar una investigación seria y profunda.
La Embajada de los Estados Unidos solo entregó algunos datos de interés sobre los supuestos incidentes, después de que el 21 de febrero, el Presidente Raúl Castro Ruz reiterara personalmente al Encargado de Negocios a.i. de esa Misión diplomática la importancia de compartir más información y cooperar entre las autoridades competentes de ambos países. No obstante, los datos suministrados con posterioridad continuaron careciendo de descripciones o detalles que facilitaran la caracterización de los hechos o la identificación de posibles autores, en caso de haberlos.
En las semanas posteriores, ante nuevos reportes sobre alegados incidentes y la escasa información aportada, las autoridades cubanas reiteraron la necesidad de una cooperación efectiva, ampliaron las solicitudes informativas a las autoridades estadounidenses e insistieron en ser notificadas en tiempo real sobre la ocurrencia de nuevos incidentes para poder actuar de forma oportuna.
En adición a lo anterior, en aras de contribuir al proceso investigativo y legal que se radicó en virtud de la Ley de Procedimiento Penal cubana, se trasladaron a las autoridades de los Estados Unidos requerimientos informativos como parte del expediente de investigación.
Las informaciones entregadas por la parte estadounidense han llevado al comité de expertos cubanos a concluir que estas son insuficientes y que el principal obstáculo para el esclarecimiento de los incidentes ha sido la falta de acceso directo a los afectados y a los médicos que los examinaron, la entrega tardía de evidencias y su carencia de valor, la ausencia de una información primaria fiable y contrastable, y la imposibilidad de realizar intercambios con expertos de los Estados Unidos con conocimiento sobre hechos de esta naturaleza y de la tecnología que pueda haberse empleado, a pesar de haberlo planteado reiteradamente como una necesidad para avanzar en la investigación.
Solo tras repetidas solicitudes al Gobierno de los Estados Unidos, representantes de agencias especializadas de ese país viajaron finalmente a La Habana el pasado mes de junio, se reunieron con sus contrapartes cubanas y expresaron la intención de cooperar de forma más sustantiva en la investigación de los supuestos incidentes.
Volvieron a visitar Cuba en agosto y septiembre, permitiéndoseles trabajar en el terreno por primera vez en más de 50 años, para lo cual se les dieron todas las facilidades, incluyendo la posibilidad de importar equipamiento, como muestra de buena voluntad y del gran interés del gobierno cubano en concluir la investigación.
Las autoridades cubanas valoran positivamente las tres visitas realizadas por las agencias especializadas estadounidenses, las cuales han reconocido el alto nivel profesional de la investigación emprendida por Cuba, con un elevado componente técnico y científico, y que como resultado preliminar ha arrojado que hasta el momento, de acuerdo con la información disponible y los datos proporcionados por los Estados Unidos, no existen evidencias de la ocurrencia de los alegados incidentes, ni de las causas y el origen de las afecciones de salud notificadas por los diplomáticos estadounidenses y sus familiares. Tampoco se han identificado posibles autores ni personas con motivaciones, intenciones o medios para ejecutar este tipo de acciones, ni se ha establecido la presencia de personas o medios sospechosos en los lugares donde se han reportado los hechos ni en sus alrededores. Las autoridades cubanas no están familiarizadas con equipos ni tecnologías que puedan ser utilizadas para este propósito, ni cuentan con información que indique su presencia en el país.
Al rechazar categóricamente cualquier responsabilidad del gobierno cubano en los alegados hechos, el Ministerio de Relaciones Exteriores reafirma una vez más que Cuba jamás ha perpetrado ni perpetrará ataques de ninguna naturaleza contra funcionarios diplomáticos ni sus familiares, sin excepción. Tampoco ha permitido ni permitirá que su territorio sea utilizado por terceros con este propósito.
El Ministerio enfatiza que la medida anunciada por el Gobierno de los Estados Unidos, de reducir el personal diplomático cubano en Washington sin que haya resultados investigativos concluyentes ni pruebas de los incidentes que estarían afectando a sus funcionarios en Cuba, tiene un carácter eminentemente político.
El Ministerio insta a las autoridades competentes del Gobierno de los Estados Unidos a no continuar politizando este asunto, lo cual puede provocar una escalada indeseada, así como enrarecer y hacer retroceder más las relaciones bilaterales, ya afectadas por el anuncio de una nueva política realizado en junio pasado por el presidente Donald Trump.
El Ministerio reitera la disposición de Cuba a continuar propiciando una cooperación seria y objetiva entre las autoridades de ambos países, con el objetivo de lograr el esclarecimiento de estos hechos y concluir la investigación, para lo cual será esencial la colaboración más eficiente de las agencias competentes de los Estados Unidos.
Moderador.- Bueno, pasamos a las preguntas. Les ruego a los periodistas que se identifiquen e identifiquen el medio al que pertenecen y hagan uso de los micrófonos que están en la sala, por favor.
Gracias.
Andrea Rodríguez (AP).- Buenas tardes.
Señor, ¿esto significa, tanto las medidas que han tomado los Estados Unidos como las que ha tomado Cuba, que estamos viviendo hoy aquí en La Habana el comienzo del rehielo entre ambos países, tras alguna especie de primavera de dos años que se produjo con Obama? Quisiera sus comentarios al respecto.
Y, por otro lado, a mí en lo personal no me queda claro qué ha pasado con los canadienses. O sea, ¿aparentemente estos diplomáticos han tenido las mismas afectaciones que los estadounidenses y Canadá decidió no protegerlos o algo así?
Gracias.
Bruno Rodríguez.- Cuba no ha tomado ninguna medida contra los Estados Unidos, en lo absoluto. No discrimina a sus empresas, invita a sus ciudadanos a visitarla, favorece el diálogo y la cooperación bilateral, no ocupa ninguna porción del territorio de Estados Unidos, y no ha adoptado absolutamente ninguna medida de naturaleza bilateral, sino, al contrario, ha favorecido un curso respetuoso sobre bases de igualdad soberana para tratar nuestras diferencias y convivir civilizadamente con ellas, en beneficio de ambos pueblos y países.
La política anunciada por el presidente Donald Trump el 16 de junio y otros hechos que se han producido en este sentido constituyen, en efecto, un retroceso y han enrarecido la relación bilateral.
La decisión política injustificable, inmotivada de reclamar el abandono del territorio de los Estados Unidos por parte de 15 funcionarios de nuestra Embajada es un acto de naturaleza absolutamente política, que solo beneficia a quienes quisieran descarrilar la posibilidad de que las relaciones entre ambos países continúen avanzando, a quienes quisieran hacer revertir los progresos alcanzados en los últimos años, solo puede beneficiar oscuros intereses de un puñado de personas.
Puedo decir que las autoridades cubanas se mantienen en contacto y cooperación con las autoridades canadienses.
Jorge Legañoa(ACN).- Buenas tardes, Ministro.
Quisiera, si pudiera abundar un poco en cuál ha sido la fundamentación que el gobierno norteamericano le ha dado al gobierno cubano para justificar la retirada del personal diplomático cubano en Washington, y, de igual forma, si pudiera abordar el tema de cómo va a quedar el funcionamiento consular cubano en los Estados Unidos.
Gracias.
Bruno Rodríguez.- Gracias.
Podría responder en mejor medida, con más propiedad, la parte estadounidense. Es difícil explicar qué ha argumentado el Departamento de Estado para la adopción de estas medidas, tanto la de la retirada parcial de su personal de La Habana como la decisión de que parte del personal diplomático cubano abandone el territorio de los Estados Unidos.
Esta es la declaración del secretario Tillerson, del 29 de septiembre. (Muestra el documento). Meses después de que los voceros estadounidenses hablaron siempre de incidentes y hablaron siempre de la falta de evidencias, conclusiones investigativas o información que permitieran relacionar las afecciones a la salud descritas por los diplomáticos norteamericanos con dichos incidentes, el secretario Tillerson utiliza, por primera vez, meses después, la palabra “ataques”, y dice que “empleados de la embajada estadounidense han sufrido una variedad de daños, producto de ataques de naturaleza desconocida”. Curiosamente dice después: “Los investigadores no han podido determinar el responsable o la causa de estos ataques.”
En la conversación sostenida con el secretario Tillerson, puedo afirmar que este no aportó un átomo de información que no hubiera conocido la parte cubana anteriormente, y que no incluye absolutamente ni una partícula de evidencia ni de resultado conclusivo de investigación, ni siquiera de información de elementos de la investigación en progreso.
La nota que ha emitido hoy el Departamento de Estado, que es esta (muestra el documento), informa que “desde que redujera el personal en la embajada de los Estados Unidos en La Habana, debido a los actuales incidentes que dañan la seguridad física de nuestro personal, y a que el gobierno de Cuba no ha adoptado todas las medidas necesarias para evitar cualquier ataque a la integridad física, la libertad o la dignidad del personal diplomático estadounidense acreditado y a los miembros de sus respectivos núcleos familiares…” los funcionarios cubanos deben salir de Washington.
El Departamento de Estado no afirma que hayan ocurrido ataques; habla otra vez de incidentes que dañan, supuestamente, la seguridad física. Imputa al gobierno cubano no haber adoptado todas las medidas necesarias para evitar cualquier ataque. No dice que hayan ocurrido.
Curiosamente, esta es la fundamentación que utiliza para solicitar que “las personas que se relacionan a continuación, deben abandonar Estados Unidos en un término de siete días”.
Es inaceptable e inexplicable que el argumento para exigir a personal diplomático cubano que abandone el territorio estadounidense sea que Estados Unidos, por su propia decisión, redujo la presencia de personal diplomático estadounidense en La Habana, o que el gobierno cubano, supuestamente, no haya adoptado medidas.
Si el deseo de la parte estadounidense ha sido proteger la salud de diplomáticos que eventualmente podrían presentar dificultades de salud, ¿qué relación puede tener esto con la decisión de reducir la presencia del personal diplomático cubano en Washington? ¿Es esto una acción de reciprocidad? Obviamente no puede serlo, porque no ha habido ninguna medida ni ninguna decisión cubana a la que alguien pudiera pensar en reciprocar. ¿Es una medida de prevención, de protección en materia de salud del personal diplomático? Es absolutamente impensable. ¿Qué es esto? Es, evidentemente, una decisión política, no es una decisión técnica asociada al proceso de investigación en curso. ¿Es una medida de represalia? ¿Cuál es su propósito? Sería bueno que lo explicara la parte estadounidense.
En un comunicado de esta mañana del secretario Tillerson añade como un propósito de su orden, es decir, de la orden de que se retire personal diplomático cubano de Washington, “el objetivo de asegurar la equidad en las operaciones de las respectivas misiones diplomáticas”. ¿Qué quiere decir eso?, pregunto al Departamento de Estado. Es decir, ¿por qué es un objetivo asegurar la equidad entre decisiones unilaterales, irreflexivas, infundadas e injustificables del Departamento de Estado en relación con su propio personal, que podría intentar explicar por razones preventivas en cuanto a su salud, pero ¿qué relación puede esto tener con la decisión arbitraria, políticamente motivada, con objetivos evidentemente de naturaleza política de cortar parte de la presencia diplomática cubana en Washington DC?
¿Qué ha dicho un funcionario del Departamento de Estado, esta mañana? Bueno, ha hecho un anuncio, ha dicho que ha aparecido un diplomático más, afectado.
La prensa, rápidamente, le ha preguntado, ¿cuándo ocurrió esto, en septiembre, en agosto, la semana pasada? Ha respondido que no, ha respondido que ocurrió en el mes de enero de este año y que han decidido darlo a conocer ahora, porque ha sido, dijeron, reevaluado. Es sorprendente la falta de seriedad de este enfoque.
Respondiendo a su pregunta, la respuesta que dio el funcionario del Departamento de Estado, anónimo —porque hay que decir que funcionarios del Departamento de Estado han permanecido constantemente filtrando a la prensa estadounidense información malintencionada con objetivos políticos, escudándose en el anonimato—; este otro, anónimo también, clandestino, funcionario autor del briefing de esta mañana, trata de responder a su pregunta diciendo —lo tengo aquí en inglés por si alguien quiere verlo en inglés—: “Los ataques son reflejo de una serie de incidentes”, no sé si los traductores pueden explicar qué quiere decir en español o en inglés esta frase: “Los ataques son reflejo de una serie de incidentes que están afectando a nuestro personal diplomático y que han persistido durante un tiempo largo, que han demostrado muy claramente que nuestro personal está sufriendo estos ataques que provienen de alguien que está utilizando vías y métodos desconocidos”, es decir, los ataques “son un reflejo de unos incidentes” que supuestamente “provienen de alguien que está utilizando vías y métodos desconocidos”.
“La decisión de calificarlos como ataques” —dice desde el anonimato— “refleja que ha existido un patrón consecuente entre los miembros de nuestro personal que han sido afectados.” ¿Qué quiere decir en español o en inglés que “la decisión de calificarlos como ataques refleja que ha existido un patrón consecuente entre los miembros del personal afectados”?
Pero entonces remata añadiendo: “No existe otra conclusión a la cual podríamos llegar.” Ciencia ficción, futurismo, ¿de qué se habla?
“Lo que ocurre con los cubanos” —es decir, con los diplomáticos cubanos que deben abandonar el país— “es que ello garantiza que haya una cifra equitativa de personal que permita el funcionamiento de nuestras embajadas respectivas.”
Es decir, ¿reducir el personal en los dos territorios facilita, garantiza, permite el funcionamiento de las embajadas?, cuando el Departamento de Estado ha dicho que la Embajada estadounidense queda reducida a dar servicios de emergencia únicamente. No tiene sentido.
Continúa el funcionario estadounidense: “Los equipos médicos están analizando todos los síntomas y están teniendo en cuenta todas las posibilidades, pero han podido confirmar que los síntomas que hemos descrito están ocurriendo y que nuestro personal está mostrando síntomas.” Cantinflas; es decir, es una retórica incomprensible que trata de disimular lo esencial que es la falta de datos, resultados concluyentes de investigación, evidencias, información.
Le preguntan: “La reunificación familiar se afectará significativamente, ¿cuál es el mensaje para los cubanos?”
Responde: “Estamos evaluando el impacto que la reducción de nuestro personal tendrá en estos asuntos”, es decir, ¿cómo evaluar a posteriori el impacto en los temas de reunificación familiar, de otorgamiento de visas para inmigrantes y para visitantes a los Estados Unidos; cómo el impacto de cortar bruscamente y de manera casi total los servicios consulares en La Habana y en Washington puede ser evaluado después de haberlo hecho?
Porque la situación en que está hoy el Consulado de Cuba en Washington es de extraordinaria precariedad: después de la decisión de Estados Unidos de retirar personal cubano ha quedado un solo funcionario consular en Washington. Entiendo que ocurre lo mismo, lamentablemente, también en el Consulado General de Estados Unidos aquí en La Habana.
Y recalca que se ha dicho que “la prioridad está en la seguridad, la protección y el bienestar del personal diplomático estadounidense en el extranjero”, y confiesa que “se mantendrán disponibles únicamente los servicios de urgencia”.
Si el gobierno de Estados Unidos aplicara estos estándares para su servicio exterior, tendría que estar cerrando ahora docenas de embajadas en el mundo.
PatrickOppmann (CNN-Internacional).- Gracias.
Me puede decir un poco más sobre lo que han hecho los investigadores cubanos en estos ocho meses. ¿Han estado en las casas y en los hoteles donde, supuestamente, pasan los ataques, y cómo saben ellos que no fue en un tercer país, o un grupo terrorista del tipo que han hecho ataques aquí en años pasados?
Bruno Rodríguez.- ¿Usted podría mencionarme qué ataques han realizado grupos terroristas o de terceros países aquí, en años pasados?
Patrick Oppmann (CNN-Internacional).- Bueno, el hotel Capri, usted sabe, en el Hotel Nacional pusieron bombas no hace muchos años, en los años 90.
Bruno Rodríguez.- Claro, está hablando de grupos terroristas asentados en territorio de Estados Unidos, no de terceros países, pero comprendo. Puedo decir que la investigación cubana es extremadamente profesional, exhaustiva, tal como ha sido indicado por el máximo nivel de gobierno en Cuba.
Mencioné ya que ha incluido el reforzamiento de todas las medidas de protección al personal diplomático estadounidense. No se han adoptado otras adicionales, por decisión del Departamento de Estado. Incluye el haber establecido una línea de comunicación inmediata entre la Embajada de Estados Unidos y los dispositivos creados como parte de esta investigación, para atender e investigar cualquier incidente. Lamentablemente, la inmensa mayoría de los incidentes ocurridos, fueron reportados por la Embajada de Estados Unidos meses después de que ocurrieran.
El grupo de expertos cubanos, de peritos cubanos, no ha tenido la posibilidad de visitar los lugares afectados que involucran residencias de personal diplomático, porque ello ha sido impedido por la parte estadounidense. No ha habido encuentros, como he mencionado ya, entre el personal médico cubano que integra esta investigación, con los especialistas médicos estadounidenses, lo que ha sido solicitado reiteradamente. No ha sido posible —como aquí se menciona también— que haya habido encuentros especializados entre expertos de ambos lados, con relación a aspectos de orden tecnológico y de naturaleza diversa.
Puedo decir también que —tal como he mencionado aquí— la escasa evidencia, supuestamente evidencia, compartida por la parte estadounidense después de peritajes extremadamente profesionales, que responden a los más altos estándares internacionales, ha sido considerada irrelevante a los efectos de la investigación en curso; pero puedo reiterar la decisión del gobierno cubano de continuar esta investigación en cualquier condición.
Y, en segundo lugar, reitero a las autoridades del gobierno de Estados Unidos la solicitud de que compartan evidencias, permitan encuentros entre los médicos estadounidenses y cubanos que han tratado estos asuntos, y realicen una cooperación más efectiva.
Moderador.- Cristina. Una última pregunta.
Cristina Escobar (Televisión Cubana).- Buenas tardes. Cristina Escobar, Televisión Cubana.
Entiendo de esa respuesta que usted acaba de dar, que fuera de las autoridades médicas estadounidenses, ningún otro profesional médico ha evaluado a los diplomáticos que alegan estos síntomas, en una confirmación.
Bruno Rodríguez.- No, no he dicho eso. Es decir, lo que yo he dicho es que no ha habido ningún contacto entre autoridades médicas estadounidenses y autoridades médicas cubanas.
Cristina Escobar.- ¿Y el comité de expertos cubanos ha podido intercambiar con los diplomáticos que alegaron los síntomas?
Bruno Rodríguez.- No, en lo absoluto. También mencioné que esto no ha sido permitido.
Cristina Escobar.- Mientras tanto, hay una agenda. Hace unos días hubo una reunión de la Comisión Bilateral entre ambos gobiernos; sin embargo, la última decisión del Departamento de Estado, ellos afirman, que todas las reuniones que se iban a celebrar aquí en La Habana, por los supuestos riesgos que hay en el país, se iban a suspender; pero no las que iban a ser en Washington. ¿Dónde queda esa agenda bilateral? ¿Qué va a hacer Cuba con respecto a esto?
Gracias.
Bruno Rodríguez.- Es una buena pregunta para el Departamento de Estado. Es decir, si de la misma manera que van a aplicar “paridad” y han reducido drásticamente el personal diplomático cubano en Washington, ¿van a aplicar “paridad”, y van a suspender las reuniones de diálogo en áreas de mutuo interés, o la realización de encuentros destinados a hacer posible la cooperación bilateral en áreas del máximo interés, no solo de Cuba, sino también del gobierno de Estados Unidos?.
Pero la realidad es que no hay una sola evidencia sobre la ocurrencia de los alegados incidentes, ni de sus causas, ni de su origen, como el trabalenguas del funcionario del Departamento de Estado hace evidente. Pueden preguntar al Departamento de Estado de qué evidencias o de qué resultados de investigación disponen, qué factores de esa naturaleza tomó en cuenta para tomar estas decisiones arbitrarias.
Estas decisiones seguramente afectan y afectarán las relaciones bilaterales, Cristina, en diversos ámbitos. El clima, ya enrarecido por el cambio de política anunciado el 16 de junio en Miami y por el discurso de las máximas figuras del gobierno estadounidense recientemente en las Naciones Unidas, sin duda se verá enrarecido aún más con estas decisiones políticas precipitadas.
He visto ya que en algunos medios de prensa se dice que parte de los funcionarios diplomáticos cubanos a quienes se ha conminado a abandonar el territorio de los Estados Unidos son oficiales de inteligencia. Puedo decir categóricamente que desde la creación de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington hasta este minuto los funcionarios diplomáticos cubanos jamás realizaron ni realizan actividades de inteligencia. No lo hizo, no lo ha hecho ninguno de los funcionarios diplomáticos incluidos en la lista del Departamento de Estado que han sido conminados a abandonar ese país.
Debo reiterar que el gobierno de los Estados Unidos, con estas acciones políticamente motivadas e irreflexivas, es responsable del deterioro presente y probablemente futuro de las relaciones bilaterales.
Muchas gracias.
Moderador.- Hemos concluido. Muchas gracias a todos.
A la salida se va a distribuir en inglés y español la Declaración.
Gracias a todos por su presencia.
(Tomado de Granma)
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