Son asaltados los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo. Una digna representación de la Generación del Centenario del Apóstol, encabezada por el joven abogado Fidel Castro Ruz, decide emprender la lucha armada com
29 de marzo de 2013
Son asaltados los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo. Una digna representación de la Generación del Centenario del Apóstol, encabezada por el joven abogado Fidel Castro Ruz, decide emprender la lucha armada como única alternativa posible frente a la dictadura batistiana.
La injusticia y el crimen prevalecen en la sociedad de la época, gobernada por burgueses y politiqueros corruptos al servicio de Washington. En esas circunstancias, un grupo de valerosos jóvenes decide conquistar, a cualquier precio, la libertad de la Patria.
El enfrentamiento a la soldadesca de la tiranía es violento. Muchos integrantes del comando revolucionario son brutalmente asesinados tras caer heridos. La acción concluye en un revés, desde el punto de vista militar. Fidel y otros sobrevivientes son apresados y sometidos a juicio, durante el cual sobresale la digna postura asumida por los acusados.
En su alegato de autodefensa, conocido por “” La historia me absolverá “” , el jefe del Movimiento proclama a Martí como autor intelectual del asalto y define las tareas que emprendería la Revolución una vez alcanzado el triunfo.
Después vendrían el presidio y el destierro; pero la llama encendida el 26 de julio de mil 953 en Santiago de Cuba y Bayamo ya no se extinguiría más.
Para cumplimentar el compromiso asumido por Fidel de continuar el combate hasta ser libres o mártires, el 2 de diciembre de mil 956 arribaría el yate Granma a las costas cubanas, con su carga de héroes decididos a emprender la batalla por la definitiva independencia.
La acción del 26 de julio de mil 953 constituyó un triunfo de la dignidad del pueblo cubano y de las ideas del Maestro.