Primera interpretación en Cuba del Quinto Concierto, para violín y orquesta, de Henri Vieuxtemps
29 de marzo de 2013
El 12 de octubre, el de 1975, se interpretó por primera vez en Cuba el Concierto No. 5, para violín y orquesta, de Henri Vieuxtemps.
Aunque no gozan de la gran popularidad de otros congéneres, los Conciertos de Vieuxtemps poseen una enorme importancia en el repertorio violinístico, ya que el compositor belga mantuvo una línea apartada de lo que se dio en llamar “la fiebre Paganini”, la cual consistía en escribir obras para el mero exhibicionismo técnico.
Vieuxtemps, por el contrario, jamás sacrificó los valores musicales en beneficio del virtuosismo, y sólo acudió a los recursos espectaculares en momentos muy específicos y cuando el carácter de la música así lo demandaba.
El Quinto de los seis Conciertos escritos por Vieuxtemps para violín y orquesta, posee los tres movimientos habituales de esa forma instrumental, y en ellos el compositor logró un admirable equilibrio entre los dos tiempos rápidos y el excelente Adagio que ocupa el movimiento central. La obra, escrita en la tonalidad de la menor, lleva el opus 37 en el catálogo de Vieuxtemps. Y en Cuba, esa obra se escuchó por primera vez en una presentación de nuestra Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro belga invitado Renée Defossez y actuando como solista el violinista, también belga, Rudolf Werthern. Eso ocurrió en el Teatro “Amadeo Roldán”, de La Habana, hace 32 años, UN DIA COMO HOY.