Primera interpretación en Cuba del Preludio a la siesta de un fauno, de Claude Debussy
29 de marzo de 2013
Primera interpretación en Cuba del Preludio a la siesta de
un fauno, de Claude Debussy.
El Preludio a la siesta de un fauno, así como una buena parte de la creación musical llamada “”impresionista””, es el resultado de la estrecha aproximación entre las artes que se manifestó en la Francia de las últimas décadas del siglo XIX, proceso éste cuya explicación puede simplificarse diciendo que los poetas intentaban “”traducir”” la música a la poesía; los pintores, la música a los lienzos y así sucesivamente.
De ahí que al conocer la égloga titulada “”La siesta del fauno””, del poeta Stephane Mallarme, Debussy proyectó la realización de un tríptico sonoro sobre dicho poema y cuyas partes se titularían Preludio. Interludio y Paráfrasis. Pero, a la larga, el compositor francés sólo compuso el Preludio, el cual fue concluido en 1892.
El propio Debussy describió su intención artística con las siguientes palabras: “”La música de este Preludio es una ilustración muy libre de la hermosa poesía de Mallarmé, y no pretendí dar, en modo alguno, un resumen del poema. Se trata, más bien, de la descripción de las circunstancias en las cuales se mueven los deseos y los sueños del fauno, bajo el calor del mediodía. Cansado de perseguir a las ninfas y náyades, el fauno de abandona a un sueño profundo en el que realiza todos sus deseos, y en el cual es dueño absoluto de la naturaleza entera””.
El Preludio pasó a convertirse en la obra que abriría el camino al impresionismo musical, inaugurando un nuevo sentido del color orquestal y una nueva función de la armonía para crear una atmósfera sonora sensual, evocadora y sugerente.
La obra establecía, en realidad, una ruptura con los métodos y las estructuras composicionales del romanticismo, al mismo tiempo que tiraba un puente entre el pasado y el futuro. No importa que el propio Mallarme declarara, años más tarde, que creía innecesario el trabajo de Debussy sobre su poema. Para la historia musical, en cambio, y aunque el gran poeta no lo entendiera, este Preludio sí era absolutamente necesario.
El estreno mundial del Preludio a la siesta de un fauno, de Claude Debussy, tuvo lugar en 1894, y treinta y dos años después, o sea, en 1926, el director español Pedro Sanjuán lo daba a conocer al público cubano desde el podium de la Orquesta Filarmónica de La Habana. Y eso ocurrió en el entonces Teatro Nacional, hoy Gran Teatro de La Habana, hace 87 años, UN DIA COMO HOY.