Primera interpretación en Cuba del Concierto No. 4, en Sol Mayor, para piano y orquesta, de Beethoven

29 de marzo de 2013

Como se sabe, son muchos los críticos y estudiosos que señalan al Cuarto Concierto como el mejor entre los cinco para piano y orquesta escritos por Beethoven. Y para fundamentar ese juicio señalan, muy acertadamente, las innovaciones estructurales que presenta la obra, la más curiosa de las cuales aparece ya en su mismo inicio, en el que el instrumento solista, rompiendo con una tradición clásica, expone la idea temática central sin acompañamiento orquestal.
Otro nuevo recurso aparece en el segundo movimiento, marcado como Andante con moto, en el que el piano no se limita a “pronunciar” un discurso melódico acompañado por la orquesta, sino que sostiene un dramático diálogo con el organismo orquestal. Con razón, dice Grove, que ésta es una de las páginas más imaginativas y originales de cuantas hayan salido de la pluma de Beethoven o de cualquier otro compositor.
Por otra parte, todo este Concierto proyecta una impresionante fuerza expresiva. La elegancia y el pudor emotivo que caracterizaron aún a los primeros conciertos beethovenianos, son sustituidos aquí por un sentimiento vigoroso y apasionado. La fuerza de las ideas interesa mucho más que la retórica discursiva, o dicho en otras palabras: el qué se dice parece importarle más a Beethoven que el cómo se dice.
Y por supuesto que todos esos factores, convierten al Cuarto Concierto en Sol Mayor, de Beethoven, en una de las obras monumentales e impresionantes que se hayan escrito para piano y orquesta.
El Concierto No. 4 fue escrito por Beethoven en 1805 y publicado tres años después con una dedicatoria al Archiduque Rodolfo de Austria, y su estreno tuvo lugar en Viena como parte de un extenso programa integrado exclusivamente por obras del compositor alemán.

Y en Cuba, la primera audición de esta obra estuvo a cargo de la pianista Josefina Megret y la Orquesta Filarmónica de La Habana, bajo la dirección de Amadeo Roldán. Y eso ocurrió en el entonces Teatro Nacional, hoy Gran Teatro de La Habana, hace 73 años, UN DIA COMO HOY.