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Primera interpretación en Cuba de la Sinfonía No. 1, en Si bemol Mayor, de Robert Schumann

29 de marzo de 2013

Un 23 de abril, pero de 1939, ocurría otro importante suceso para la vida musical cubana. Se trata de la primera interpretación en nuestro país de la Primera Sinfonía en Si bemol Mayor, del compositor alemán Robert Schumann.
Escrita en 1841, cuando el compositor había realizado ya la mayor parte de su gran obra para piano, la Sinfonía testimonia un período de felicidad en la vida de Schumann debido a su reciente matrimonio con Clara Wieck.

Esa euforia quedó expresada en el subtítulo de la obra, a la que el compositor llamó “Sinfonía de la primavera”. Esbozada en sólo cuatro días y terminada en menos de un mes, la Primera Sinfonía carece de rasgos dramáticos y toda ella, guiada por el espíritu de la primavera, es como un himno de alegría que no volverá a aparecer en las futuras obras sinfónicas de Schumann.
Antes de concluir, es bueno recordar que, en el pasado, el sector sinfónico de la creación schumaniana recibió desfavorables comentarios, atribuyéndosele una orquestación pobre y falta de fluidez. Eso llevo a algunos músicos, como Mahler por ejemplo, a revisar la instrumentación de estas obras con el propósito de “mejorarlas”. Sin embargo, la tendencia actual consiste en preferir la propia espontaneidad de Schumann, a pesar de sus “debilidades”, a esos retoques ajenos a las manos del compositor.
La premier cubana de la Sinfonía de la primavera, de Schumann, estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica de La Habana, dirigida en esa ocasión por el maestro alemán Walter Taussig. Y eso ocurrió en el Teatro Auditórium, hoy “Amadeo Roldán”, hace 69 años, UN DIA COMO HOY.