Premier mundial del poema sinfónico “Tasso, lamento y triunfo”, de Franz Liszt
29 de marzo de 2013
Entre las efemérides musicales del 28 de agosto, hemos querido resaltar la que se refiere al estreno mundial del poema sinfónico “Tasso, lamento y triunfo”, del compositor húngaro Franz Liszt.
Aunque la música, como lenguaje, es un medio para la expresión de emociones y sentimientos a través de los sonidos, también se la ha empleado con frecuencia para describir acontecimientos y hechos de la vida exterior del hombre. Y como sabemos, el primero que hizo de la descripción musical un género en la música fue el húngaro Franz Liszt. Incluso a Liszt se debe el nombre de poema sinfónico para este tipo de obras, al designar así a trece partituras orquestales en un movimiento y cuyos títulos reflejan ya el acontecimiento que se describe.
Como romántico genuino, Liszt se interesó por llevar a la música aquellos personajes literarios cuya vida reflejaba, de alguna forma, el triunfo individual sobre los obstáculos que se oponen al desarrollo de una personalidad frecuentemente artística.
Y una de esas figuras artísticas por cuya vida se interesó Liszt, fue el poeta italiano del renacimiento Torcuato Tasso, autor de Jerusalem libertada.
Aunque el compositor no conocía en detalles la vida de Tasso, sí sabía que el poeta había tenido que desarrollar su creación en medio de difíciles sufrimientos personales. Ya durante sus viajes por Italia, Liszt había recibido una profunda impresión al escuchar que los gondoleros de Venecia acompañaban su trabajo cantando los versos de Tasso.
Y fue por ello que en 1849, Liszt escribió su obra inspirada en el poeta italiano y la llamó “Tasso, lamento y triunfo”, pues el poema del compositor húngaro consta de dos partes: la primera describe las penas y sufrimientos del artista, mientras que la segunda alude a su victoria sobre las dificultades.
“Tasso, lamento y triunfo”, que es el segundo de los trece poemas sinfónicos escritos por Liszt, se estrenó en Weimar con motivo del aniversario del nacimiento de Goethe y de la representación del drama de Tasso, escrito por el gran poeta alemán. Eso ocurrió en 1850, UN DIA COMO HOY.