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Premier mundial del Concierto para violoncello y orquesta, de Robert Schumann

29 de marzo de 2013

La segunda efeméride de hoy se refiere, como está anunciado, a la premier mundial del Concierto para violoncello y orquesta, de Robert Schumann, obra que posee una interesante significación en la vida de su autor y que es la siguiente:
Cuando en 1850, Ferdinand Hiller decidió abandonar la dirección de la Orquesta de Düsseldorf, propuso a Robert Schumann para que le sucediera en dicho cargo. Después de muchas vacilaciones, el compositor y su esposa Clara decidieron abandonar Dresde y trasladarse al prometedor ambiente de Düsseldorf, a orillas del Rhin, en el otoño de ese mismo año de 1850. La calurosa acogida y la atmósfera afable y liberal de esa ciudad, aseguraban a los Schumann algunos años de existencia feliz y apacible.
Y ya fuera por la excelente disposición de ánimo que este nuevo medio provocaba en el artista, o por las propicias condiciones materiales con que contaba para el trabajo de creación, lo cierto es que Schumann escribió entre octubre y diciembre, dos obras que quizás constituyen lo mejor de toda su producción orquestal.
Me refiero a la Tercera Sinfonía, Op. 97, subtitulada Renana, y al Concierto para violoncello y orquesta en la menor.
El Concierto para violoncello no es una obra de exhibición, a pesar de las enormes dificultades técnicas que presenta en su ejecución. El habitual conflicto entre el solista y la orquesta tampoco se hace muy ostensible. Por el contrario, el cello canta a todo lo largo del Concierto, respaldado por una trama orquestal rica y consecuente.
Sus tres movimientos, fácilmente perceptibles por sus aires y expresiones, no aparecen como unidades independientes, sino que se ligan para integrar una estructura total y continua.
Emotivamente, el Concierto para cello, de Schumann, proyecta ese romanticismo íntimo y confidencial que el compositor alemán no pudo evadir ni siquiera en sus obras orquestales, aunque tampoco se tiñe de esa trágica angustia que suele traslucirse en sus sinfonías.
El Concierto en la menor, para violoncello y orquesta, que ocupa el opus 129 en el catálogo de Schumann, se estrenó cuatro años después de la muerte del compositor, en un concierto de la Orquesta del Conservatorio de Leipzig, actuando como solista el violoncellista Ludwig Ebert, Y eso ocurrió hace 148 años, UN DIA COMO HOY.