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Premier mundial del Concierto para oboe y orquesta, de Bohuslav Martinu

29 de marzo de 2013

Una de las mayores figuras de la música checoslovaca en el pasado siglo veinte, fue la del compositor Bohuslav Martinu. Nacido en 1890, Martinu, quien fue alumno de Joseph Suk en Praga y de Albert Roussel en París, perteneció a esa generación que, en los años veintes del pasado siglo, mostró una profunda transformación y radicalización del lenguaje musical en Europa.
Esas transformaciones, basadas en el empleo expresivo de las disonancias; en el uso de la politonalidad; el retorno a ciertas estructuras barrocas y clásicas y, sobre todo, por un énfasis del ritmo en el contexto musical, fueron encabezadas por las obras del ruso Igor Stravinsky. Y el checo Bohuslav Martinu participó en gran medida de esos principios estéticos.
Y una de las obras más atractivas de Martinu es el Concierto para oboe y orquesta, escrito en Niza, en 1955, a solicitud del oboísta checo Jirri Tanzibudec, quien se lo había comisionado al compositor desde Australia.
La obra presenta una orquestación de factura clásica, a la que se incorpora un piano y una trompeta. Pero, a pesar del novedoso diseño de su material temático y su extraordinaria libertad rítmica, las raíces de este Concierto se encuentran tanto en la apasionada emotividad romántica, como en la transparencia lineal y la elegancia discursiva del clasicismo vienés.
El Concierto para oboe y orquesta, de Bohuslav Martinu, se estrenó en Bratislava, en 1955, UN DIA COMO HOY.