Premier mundial del Concierto en Re Mayor, para violín y orquesta, de Chaikovsky
29 de marzo de 2013
En la primavera de 1878, Chaikovsky pasó una temporada en Suiza, en compañía del violinista ruso Joseph Kotek, quien a su vez había estudiado con el famoso Joseph Joachim. El compositor ruso se encontraba trabajando por entonces en un Concierto para violín y Kotek le ayudaba a resolver los problemas técnicos que planteaba la escritura de una obra de ese carácter y para un compositor que, como Chaikovsky, no dominaba el violín. Y en abril de ese mismo año, Chaikovsky escribió a su protectora Nadezhda von Meck, expresándole su satisfacción con el trabajo realizado, excepto el Andante.
Pocos días después se dirigió nuevamente a Nadezhda comunicándole que ya había escrito un nuevo Andante “que se correspondía mejor con los otros movimientos”.
Al llegar a Rusia con su Concierto, comenzaron las dificultades para el compositor. El mismísimo Kotek rehusó estrenarlo, por lo que Chaikovsky se lo dedicó al gran violinista húngaro Leopoldo Auer, con la esperanza de que éste ofreciera la primera audición de la obra. Pero Auer tampoco comprendió el Concierto y manifestó al compositor que la obra era antiviolinística e inejecutable.
Chaikovsky se dirigió entonces al violinista francés Emile Sauret, quien también le devolvió la obra. El compositor llegó a pensar entonces que ese Concierto, al que él calificaba de “infortunado hijo de su imaginación”, pasaría al “limbo” de las cosas olvidadas durante muchos años.
La obra pasó entonces a manos del violinista ruso Adolf Brodsky, quien estudió el Concierto con mejores ojos y animó al compositor acerca de las posibilidades de éxito del mismo. No obstante, ni el propio Brodsky dejó de criticar a Chaikovsky por su obra, y después del estreno le manifestó que había “demasiadas dificultades” en el Concierto. Y ni hablar de la crítica vienesa, la cual encabezada por el “monstruo sagrado”, Eduard Hanslick, destrozó el Concierto y auguró su muerte inmediata.
A pesar de todas estas dificultades, ataques e incomprensiones, Chaikovsky mantuvo su fe en la obra y, en prueba de agradecimiento, se la rededicó a Brodsky. Y como se sabe, la vida ha dado plenamente la razón al compositor pues su Concierto es hoy una de las creaciones más apreciadas y valiosas de todo el repertorio violinístico.
El Concierto en Re Mayor, para violín y orquesta, de Chaikovsky, ocupa el número 35 en el catálogo general de sus obras, y su premier mundial ocurrió en Viena, hace 126 años, UN DIA COMO HOY.