Premier mundial de la ópera Turandot, de Puccini
29 de marzo de 2013
En 1921, el compositor italiano Giacomo Puccini empezó a darle forma en su mente a una nueva ópera, basada en un relato chino del escritor italiano Carlo Gozzi. Con ella, Puccini tenía la intención de hacer una gran metáfora del amor, entendido éste como un sentimiento capaz de humanizar hasta a una fría princesa que condenaba a muerte a todos sus pretendientes, si no adivinaban tres enigmas que ella les proponía. Y cuando el compositor viajó a Bruselas en 1924 para someterse a una operación de cáncer en la garganta, ya había escrito unos dos actos y medio de la ópera, faltándole sólo el final.
Puccini llevó a Bruselas los bocetos y papel pautado para seguir trabajando en su Turandot, con la intención de terminarla cuando volviera a Italia restablecido. Pero la operación fue un fracaso y el compositor murió el 29 de noviembre de ese mismo año.
Turandot estaba inconclusa, pero ya el mundo entero conocía de la existencia de la nueva obra y aguardaba ansiosamente ese último fruto del talento pucciniano. Entonces no se sabía qué hacer con la obra y, después de discusiones sobre su futuro, se decidió que el compositor Franco Alfano, quien mantenía una estrecha amistad con Puccini y había seguido de cerca su trabajo en Turandot, se hiciera cargo de la difícil tarea de ponerle fin.
Alfano, con un gran respeto por el maestro, apenas escribió música nueva sino que, partiendo de los bocetos de Puccini, elaboró lo que faltaba y decidió, de manera no menos genial, cerrar la ópera con un coro basado en la emotiva melodía del Nesum dorma, que canta el personaje de Calaff en el acto tercero. Ese final elaborado por Alfano comienza cuando la princesa Turandot reúne al pueblo para decir que el nombre del extranjero es AMOR.
Turandot, la última obra del compositor italiano Giacomo Puccini, fue estrenada en el Teatro La Scala de Milán, hace 82 años, UN DIA COMO HOY.