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Premier de los poemas sinfónicos Tabor y Blañik, de Smetana

29 de marzo de 2013

El nacionalismo en el antiguo reino de Bohemia fue iniciado por el compositor Bedrich Smetana como parte de un movimiento de reafirmación patriótica frente a los austríacos que dominaban el país a mediados del siglo XIX. La cultura oficial rechazaba por entonces el uso de la lengua checa en el teatro, así como la expresión de formas populares de origen campesino en la música que sonora en las salas de concierto. Fue entonces que un grupo de intelectuales checos, entre los que se encontraba Smetana, construyeron un Teatro Nacional y llevaron a escena óperas cuyos argumentos y cuya música se basaban en temas típicamente checos.
Pero Smetana no sólo compuso óperas, sino que llevó su nacionalismo a la orquesta sinfónica, principalmente en un vasto poema en seis partes titulado “Mi patria”, ya que con él pretendía dar una imagen sonora de la historia y la naturaleza checas.
Y aunque el propio compositor expresó que su ciclo “Mi patria” era una sola obra, por lo que debía interpretarse siempre en su forma integral, su deseo casi nunca puede cumplirse a cabalidad debido, sobre todo, a la extensión del mismo. DE ahí que Un día como hoy, pero de 1880, se estrenaran, en forma independiente, los poemas quinto y sexto del ciclo “Mi patria”.
Esos poemas se titulan Tabor y Blañik y se ejecutan sin interrupción. Sobre ellos, el propio Smetana escribió lo siguiente: “El magnífico canto del repertorio husita, “Vosotros que sois los soldados de Dios”, atraviesa toda la composición. Pero donde resonó, sin dudas, con más frecuencia y energía fue en la ciudad de Tábor”. “Dicho himno, continúa Smetana, canta la resuelta voluntad, el combate victorioso, la constancia, el tesón y la terca inflexibilidad. Y en ese mismo espíritu concluye el poema. La obra no puede ser analizada en detalle, pues se trata de un canto unitario a la gloria de las luchas husitas y a la irreductibilidad de sus guerreros”.
“Por su parte, Blañik, parece constituir la continuación de la obra anterior, es decir, el poema Tabor.
Después de la derrota de los combatientes husitas, éstos se han escondido en la montaña Blañik y esperan, en profundo sueño, el momento de acudir en defensa de la patria. Por esa razón, sigue diciendo Smetana, aparecen los mismos motivos melódicos que en Tábor, sirviendo de base al edificio sonoro de ambos poemas.
A partir de los principios husitas consignados en el himno “Vosotros que sois los soldados de Dios”, se trata del despertar de la nación a la felicidad y a la gloria”.

Y el compositor concluye así: “La obra termina con este himno de triunfo en forma de marcha, y con ella concluye el ciclo de los poemas sinfónicos de “Mi patria”.
Los poemas quinto y sexto de “Mi patria”, se estrenaron en Praga, hace 128 años, UN DIA COMO HOY.