Premier de la Sexta Sinfonía en si menor, conocida como “Patética”, de Chaikovsky
29 de marzo de 2013
La Sinfonía “Patética”, de Chaikovsky es, sin dudas, una de las obras más queridas por los oyentes de todas las latitudes, y una de las más apreciadas de todo el romanticismo musical a causa de sus valores expresivos y de las circunstancias que rodearon y siguieron a su creación. Se sabe que el compositor ruso escribió esta partitura bajo un estado de intensa emotividad, y que intentó transmitir con ella un mensaje sicológico que jamás quiso revelar. Sólo en cierta ocasión, Chaikovsky se refirió a esta obra calificándola de Réquiem. Y como el compositor murió a los nueve días de estrenada su Sexta Sinfonía, la “Patética” fue, no sólo la última partitura de Chaikovsky, sino también ese Réquiem que él mismo había presagiado. Resulta, pues, muy probable, que las ideas acerca de la muerte y la desaparición física alimentaran el desolador e insólito Adagio lamentoso con que concluye esta Sinfonía, y en el que el típico y espectacular final chaikovskiano es sustituido por unos decrecientes latidos en los contrabajos……
La Sexta Sinfonía fue dedicada por Chaikovsky a su sobrino Vladímir Davidov, y concluida en agosto de 1893. El compositor tenía puestas todas sus esperanzas en esta partitura, pero el estreno constituyó un rotundo fracaso. Al día siguiente, Modesto, hermano del compositor, insistió en la necesidad de buscarle un título atractivo y propuso llamarla “Sinfonía programática”.
Davidov, por su parte, sugirió el título de “Trágica”, pero Modesto volvió a proponer exclamando: “Sinfonía Patética”.
Chaikovsky aceptó el nombre visiblemente satisfecho y, a partir de entonces, el gran público la conoce por ese subtítulo.
La “Sinfonía Patética”, que constituye hoy uno de esos grandes ejemplos históricos de cómo estimular la sensibilidad y la emoción humanas con una creación artística, se estrenó en San Petersburgo, bajo la dirección del propio compositor, hace 114 años, UN DIA COMO HOY.