Premier cubana del Concierto para violín y orquesta, de Aram Jachaturian
29 de marzo de 2013
Un 7 de febrero, el de 1960, se tocaba por primera vez en nuestro país el Concierto para violín y orquesta, de Aram Jachaturian.
Escrito especialmente para el desaparecido virtuoso soviético David Oistraj, este Concierto presenta dos elementos característicos del estilo personal de Jachaturian: un lenguaje melódico franco y directo, y la frecuente presencia de los ritmos, las melodías y el color de raíz popular.
No obstante, Jachaturian no es un compositor folclorista en el más estrecho sentido de ese término, sino un creador que se inspira en el arte popular para desarrollar, a partir de él, sus propias ideas temáticas.
Esa atmósfera “nacional” impregna al Concierto de un especial encanto y vitalidad, y los rasgos modernos que se manifiestan en el manejo de la armonía, parecen brotar, con increíble espontaneidad, de las escalas, los diseños melódicos y el tejido sonoro de la fuente popular de donde se nutren sus materiales temáticos.
La estructura general responde, por su parte, al tradicional esquema en tres movimientos de dinámicas expresiones contrastantes.
Por sus dificultades técnicas y su fuerza comunicativa, el Concierto para violín y orquesta, de Aram Jachaturian, ha pasado a integrar el conjunto de obras más importantes de cuantas se han escrito para esa combinación sonora, en toda la historia musical.
Y en su primera ejecución en Cuba, el Concierto fue interpretado por el laureado violinista soviético Leonid Kogan y la nuestra Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el propio compositor. Eso ocurrió en el Teatro “Auditórium”, hoy Auditórium “Amadeo Roldán”, hace 48 años, UN DIA COMO HOY.