Nace el director de orquesta austríaco Herbert von Karajan
29 de marzo de 2013
Entre todas las efemérides musicales correspondientes al día 5 de abril, hemos escogido la que se refiere al aniversario 103 del nacimiento de un hombre cuya imaginación musical y disciplina perfeccionista influyó y desarrolló el arte de la dirección orquestal en forma más drástica que cualquier otro de sus colegas anteriores. Me refiero, por supuesto, al mítico y fabuloso director austríaco Herbert von Karajan, quien se mantuvo durante más de treinta años como titular de la Filarmónica de Berlín y como indiscutido regente de los Festivales de Salzburgo.
Sin embargo, la vida artística de Karajan ni comenzó en la cumbre de la gloria que todos le conocimos, ni tampoco resultó un ascenso fácil en sus inicios.
Nacido en Salzburgo, el 5 de abril de 1908, Karajan estudió en el Mozarteum de esa ciudad con el director Franz Shalk. Luego pasó al Conservatorio de Viena y su debut ocurrió en el Landestheater de Salzburgo, en 1927, haciendo la ópera Fidelio, de Beethoven.
Y como habrán podido apreciar, los inicios de Karajan, como los de la mayoría de sus grandes colegas, fue en el mundo de la ópera aunque, como dijo alguna vez el propio maestro austríaco: “la educación de un director entonces era mucho más compleja que la actual”.
Así, la primera experiencia de Karajan tuvo lugar en un pequeño teatro de la ciudad de Ulhm, entre 1927 y 1934. Al cabo de ocho años de trabajo allí, Karajan pasó a una casa de ópera mayor y más compleja en Ashen, y ya a principios de la década del 40 el maestro austríaco empezó a trabajar en Berlín, lo que le permitió enfrentarse a músicos mucho más capacitados técnicamente.
En 1950, Karajan saltó a la dirección de la Orquesta Filarmonía inglesa, conjunto que, por aquel entonces, representaba para él casi un ideal de sonoridad y con el que realizó docenas de grabaciones registrando todo el gran repertorio, desde Bach hasta Ravel.
En 1956, Herbert von Karajan se trasladó a Viena para hacerse cargo de la dirección artística de los famosos Festivales de Salzburgo, a los que inyectó un nuevo espíritu a base del montaje de grandes producciones como Parsifal, Tristán e Isolda, Los maestros cantores, El trovador y Don Carlos.
Y al evocar hoy el nacimiento de una de las figuras más trascendentales de la dirección orquestal del pasado siglo veinte, no puedo dejar de mencionar que uno de los aspectos más característicos del arte de Karajan fue la objetiva amplitud de su gusto y de su repertorio. El maestro austríaco dirigía con el mismo interés y la misma eficacia obras como Lucía di Lammermoor y El trovador, que todo el gran repertorio alemán abarcando desde Mozart hasta Ricardo Strauss. Y por si esto fuera poco, Karajan fue también un apasionado y excelente director de operetas, valses y otras formas que algunos consideran como un arte menor.
Herbert von Karajan murió en 1989, a los 81 años de una vida que se había iniciado en Salzburgo, en 1908.UN DIA COMO HOY.