Nace el compositor mexicano Blas Galindo
29 de marzo de 2013
Procedente de una familia muy humilde, el futuro compositor Blas Galindo estableció sus primeros contactos con la música en calidad de miembro de pequeños conjuntos populares. De ahí el profundo conocimiento que ya tenía el futuro compositor acerca del folclore de su país, y el que, mucho más tarde, llevaría al plano sinfónico en sus famosos Sones de Mariachi, que ya constituyen una partitura antológica dentro de lo musical mexicano.
Urgido por su temprana vocación de compositor, el joven Blas Galindo se trasladó a la capital del país, en cuyo Conservatorio recibió las sólidas enseñanzas de Carlos Chávez, Candelario Huízar y José Rolón. Ya en 1933, Chávez daba a conocer sus primeras obras, escritas para pequeños conjuntos de cámara; y ese mismo año se vinculó íntimamente a los destinos de la Orquesta Sinfónica de México, colaborando desde entonces en su dirección.
En 1940, año feliz en la carrera de Galindo, tal como lo calificó nuestro Alejo Carpentier, el compositor mexicano estrenó las partituras de dos ballets: “Entre sombras anda el fuego” y “La danza de las fuerzas nuevas”, en tanto que Carlos Chávez dirigía sus Sones de Mariachi en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, lo que propició que la obra pasara inmediatamente a la edición fonográfica, a solicitud de la poderosa firma Columbia.
Sin dudas, esa fue la obra que ganó para Galindo una rápida ubicación en el ámbito internacional, ya que fue escrita especialmente para la Exposición “20 siglos de arte mexicano”, montada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en mayo de 1940. En esa primera versión, la partitura de los Sones… había sido concebida para pequeña orquesta, pero poco después su autor realizó una ampliación de la sonoridad para que sus Sones de Mariachi pudieran ser interpretados por una orquesta sinfónica.
En 1942, Blas Galindo daba a conocer su Concierto para piano y orquesta, seguido de una Sinfonía y un Sexteto; y entre sus últimas obras se cuentan una Sonata para violín y piano, el Canto al maestro Justo Sierra y la Cantata de primavera. También por esos años, Galindo desempeñaba el cargo de Jefe del Departamento de Música de Bellas Artes y su carrera se había visto coronada por un envidiable honor: el de ser nombrado Director de aquel Conservatorio Nacional de México en el que, no hacía tantos años, le había tocado ingresar un día, justo a él, tímido alumno venido de provincia, con más conocimientos de sones de mariachis que de artes de contrapunto y fuga.
En plena fuerza creadora, en plena juventud, Blas Galindo cayó entre las víctimas de una catástrofe aérea ocurrida en México en 1953. El músico contaba 43 años de una vida que se había iniciado en San Gabriel, estado de Jalisco, en 1910, UN DIA COMO HOY.