Nace el compositor francés Gabriel Faurê.
29 de marzo de 2013
Gabriel Faure fue uno de esos compositores románticos, de peculiar lenguaje y estilo, que espera aún el momento de una revalorización justa y adecuada para su producción artística. Y digo esto porque sus obras no suelen interpretarse con frecuencia en los programas de concierto por lo que, en lógica consecuencia, el público conoce realmente muy pocas de sus creaciones.
Y una posible explicación acerca de ese desinterés por la música de Faure se encuentra en el hecho de que a las obras del compositor francés hay que acercarse sin esperar de ellas un romanticismo violento, convulso o apasionado, ya que, por el contrario, las partituras de Faure proyectan siempre una atmósfera transparente, grácil y llena de delicadezas sonoras.
Bueno, dicho con otras palabras: Faure representa la vertiente romántica que huye de las grandes contingencias de la vida para refugiarse en un mundo de sentimientos íntimos que reflejan una vida interior al margen de las grandes pasiones.
Gabriel Faure murió en París, en noviembre de 1924, a los 79 años de una vida que se había iniciado en Pamiers, en la región de Ariège, hace 165 años, UN DIA COMO HOY.
Y otro 12 de mayo, el de 1926, tuvo lugar el estreno mundial de la Primera Sinfonía en Fa Mayor, de Dimitri Shostakovich, la cual había sido creada entre 1924 y 1925, cuando cursaba sus últimas disciplinas en el Conservatorio de Leningrado. Dicha obra le sirvió, precisamente, para obtener el Diploma de graduación y mostrarse como un compositor sumergido en búsquedas formales y expresivas.
La Sinfonía constituye un acto de rebeldía artística frente al academicismo y las normas convencionales. Esa rebeldía del compositor se manifestó en la fuerza del elemento rítmico, en la presencia de ideas irónicas y, a veces, grotescas; en la audacia de la instrumentación y en el logro de efectos y clímax muy explosivos y sorprendentes.
Y todo ese mundo de contrastes que debió impactar al público durante el estreno de la Sinfonía, se mezcla con un melodismo, tal vez anguloso e inesperado, pero en el que siempre subyace el innato lirismo ruso.
Los cuatro movimientos de la obra aparecen relacionados por algunos elementos temáticos, sobre todo por la segunda idea del primer movimiento, de fuerte reminiscencia chaikovskiana, así como por el tema de marcha que irrumpe en el tercer movimiento.
Ya en esta Sinfonía juvenil se percibe la tendencia de Shostakovich hacia los materiales dramáticos, la cual desarrollaría en gran parte de su obra posterior, mostrando una especial aptitud en el manejo de una emotividad profunda, punzante y fuertemente poética.
La premier mundial de la Primera Sinfonía en Fa Mayor, de Dimitri Shostakovich, estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica de Leningrado, bajo la dirección de Nicolai Malko. Y eso ocurrió hace 84 años, UN DIA COMO HOY.