Muere en La Habana Dulce María Borrero
29 de marzo de 2013
Dulce María Borrero de Luján, hija del eminente escritor y hombre de ciencia Esteban Borrero Echeverría, trajo a la poesía cubana del nuevo siglo una nota intimista y refinada.
Su único libro, Horas de mi vida (1912), contiene sus mejores producciones, empezando por las de su primera etapa que comienza a los dieciocho años con Fue un beso:
fue la vibración de un ala…
fue un sollozo, fue un deseo…
fue la fusión de dos almas,
En un solo pensamiento.
Después vinieron otras composiciones en las que aparece, emotiva y honda, esa nota intimista que en gran parte debe a la influencia de su hermana muerta, Juana.
Su poesía intimista culmina en Nueva vida escrita años después y que se considera un buen ejemplo de expresión sencilla.
Otro aspecto que puede señalarse en su poesía es la habilidad descriptiva para dar vida en sus versos a los paisajes.
Su obra dejó de ser en cierto sentido emotiva y espontánea después de la publicación de su único libro, con motivo de la muerte del poeta Amado Nervo escribió varias composiciones en tributo a su memoria, se nota empero mayor seguridad de expresión en sus versos.
Dulce María Borrero escribió también prosa y en alguna medida crítica artística y social así aparecen: La poesía a través del color en 1912 y el matrimonio en Cuba 1914.
Antes de morir estuvo a cargo de la dirección de Cultura del Ministerio de Educación.