Muere el director de orquesta alemán, Leo Blech
29 de marzo de 2013
Un día como hoy, el de 1958, moría el notable maestro alemán Leo Blech, quien había nacido en Aachen, el 21 de abril de 1871.
Blech estudió en el Conservatorio de Berlín, donde se graduó como pianista y compositor, aunque fue después de iniciar su carrera profesional como director de orquesta, que comenzó a estudiar composición con Humperdinck, convencido de que esa era su verdadera vocación. En realidad, Blech escribió óperas y operetas que obtuvieron un éxito relativo en ciudades como Dresde, Hamburgo y Praga pero, no cabe dudas, que desde sus inicios en la dirección orquestal se puso claramente de manifiesto que Leo Blech era un brillante director y que su nombre estaría destinado a hacer historia en ese terreno de la interpretación musical.
Como casi todas las grandes figuras de la dirección orquestal moderna, Leo Blech comenzó su carrera, y se mantuvo durante toda ella, ligado a la ópera.
Así, su primer trabajo en el podium lo realizó en Aschen, en 1893, y lo continuó en el Teatro Alemán de Praga, entre 1899 y 1906.
Pero durante los próximos treinta años, y salvo algunas interrupciones, el nombre de Leo Blech estuvo asociado a la Opera Imperial de Berlín, posteriormente convertida en la famosa Staatsoper de la Avenida Unterdenlinden. En esa famosa sala, Blech compartió la dirección musical con colegas tan famosos como Karl Muck, Ricardo Strauss y Erich Kleiber.
Y fueron, precisamente, Blech y Kleiber quienes dieron a la Opera Imperial el alto nivel artístico, los fabulosos elencos y la extraordinaria orquesta que la convirtieron en uno de los grandes centros mundiales de ese arte.
Bajo la dirección de Blech, la Opera de Berlín atrajo a cantantes de la talla de Erna Berger, Frida Leider, Maria Cebotari, Max Lorens, Alexander Kipnis y Enmanuel List. Y al repertorio de Mozart, Weber, Wagner y Ricardo Strauss, Blech sumó los grandes títulos de la ópera rusa, francesa e italiana. Particularmente recordadas fueron sus resurrecciones de óperas olvidadas de Verdi; y la premier berlinesa de “El amor por tres naranjas”, de Prokofiev, resultó un importante evento en la vida musical de Alemania.
Con la llegada al poder de los nazis en Alemania, la situación de Blech, como la de otros muchos de sus colegas, se hizo muy difícil, por lo que en 1937 abandonó la Opera de Berlín y se radicó en el extranjero, donde dirigió la Opera de Estocolmo y la de Riga. También durante ese tiempo viajó a Inglaterra y, en 1941, dirigió en Moscú con un éxito extraordinario.
Después de concluida la Segunda Guerra Mundial, Blech volvió a Alemania y en 1949 fue nombrado director general de la llamada Opera Alemana, situada en lo que fuera el Berlín oeste, ciudad en la que el gran maestro falleció a los 87 años, en 1958, UN DIA COMO HOY.