Muere el compositor alemán Robert Schumann
29 de marzo de 2013
Nacido en Zwickau en 1810, en el hogar de un vendedor de libros muy ilustrado, su familia quería que estudiara la carrera de leyes. Sin embargo, para Robert Schumann el piano era casi un vicio y todos le auguraban un gran futuro como virtuoso. Su afán por lograr esa meta lo llevó a inventar un artefacto para proporcionar mayor independencia y flexibilidad a sus dedos anulares, pero el experimento terminó en un desastre. Así, liquidadas sus aspiraciones de llegar a ser concertista, Schumann volcó todas sus energías hacia la composición, con lo que el mundo ganó un caudal de belleza a través de sus obras.
Pero ese episodio que frustró su carrera como pianista, reflejaba ya la personalidad alterada y obsesiva de Schumann. Según quienes lo conocieron, el compositor alemán era retraído, insociable, silencioso y melancólico.
No obstante, esa obsesión le proporcionó un fruto muy reconfortante: enamorado de Clara, la hija de su antiguo maestro de música Frederick Wieck, Schumann venció todos los obstáculos puestos por Wieck, que no eran pocos, y al fin se casó con la joven y crearon la alianza más romántica y, quizás, la más perfecta de toda la historia de la música.
Clara, quien era una excelente pianista, supo comprender perfectamente a Schumann, pero ello no impidió que el trabajo y las emociones quebraran los nervios del compositor hasta el colapso. Su cerebro fue presa de espantosas obsesiones: decía oír incesantemente un implacable “La”; sentía pavor por las alturas y una fobia incontrolable por todos los objetos metálicos, incluyendo las llaves de su propia casa.
Después de un tiempo de reclusión en un manicomio, Schumann murió completamente loco, después de haber intentado suicidarse arrojándose desde un puente al río Rhin. Eso ocurrió en Bonn, hace 151 años, UN DIA COMO HOY.