Muere el clarinetista cubano Juan Jorge Junco

29 de marzo de 2013

Hombre de un carisma extraordinario.
Músico de pies a cabeza, a cuyo tronco pertenecen dos hijos y dos nietos de semejante envergadura artística, Juan Jorge Junco nació en Cienfuegos, el 9 de noviembre de 1913 y, desde muy pequeño estudió solfeo, teoría y clarinete con su tío, Abelardo Junco.
En 1924, con sólo 11 años de edad, pertenecía ya a la Banda de Exploradores de su ciudad natal, de la que fue solista un año después. Luego tocó en orquestas populares y, en 1929, fue solista de la Banda Municipal cienfueguera, mientras continuaba perfeccionando sus estudios de clarinete y otras disciplinas musicales. Desde su llegada a La Habana, en 1933, Juan Jorge Junco ocupó plazas de clarinete solista en diferentes agrupaciones orquestales capitalinas, incluida la famosa Orquesta Filarmónica. Ya en 1960 fue fundador y clarinete solista de la recién creada Orquesta Sinfónica Nacional; en el 71, integró la nómina de fundadores del Conjunto Instrumental “Nuestro Tiempo” que, bajo la dirección de Manuel Duchesne Cuzán, diera a conocer en nuestro país buen parte de la creación musical contemporánea, tanto cubana como universal; y desde el triunfo de la Revolución, Juan Jorge Junco se desempeñó también como profesor de su instrumento en el Conservatorio “Amadeo Roldán”, en la Escuela Nacional de Arte y, posteriormente, en el Instituto Superior de Arte de Cuba. Muchos y muy notables han sido los clarinetistas cubanos salidos de su clase, algunos de ellos premiados en Concursos y Festivales Internacionales.
Y aunque al morir, UN DIA COMO HOY, pero de 2001, Juan Jorge Junco ostentaba numerosos reconocimientos y condecoraciones, tanto artísticos como docentes, creo que siempre valoró en su justa medida ese otro tributo de agradecimiento, amor y respeto que recibió de todos los que le rodearon.
Porque “Junco”, como familiarmente le decíamos, fue un ser humano excepcional, un caballero de estirpe genuina y un hombre que vivió enteramente para la música, y la sirvió con pasión y entrega absolutas.

Reciba usted, maestro de maestros, este pequeño homenaje en el sexto aniversario de su desaparición física, ocurrida en La Habana, a los 88 años de edad.