Mozart terminó la composición de su Sonata para piano en La Mayor, K. 331
29 de marzo de 2013
El compositor austríaco vivió, precisamente, en los momentos en que comenzaba a difundirse el empleo de un nuevo instrumento, inventado unos cincuenta años antes y que respondía al nombre de “pianoforte”.
Ese “pianoforte”, que no era otro que el que hoy conocemos simplemente como “piano” y a pesar de las limitaciones que aún presentaba, ofrecía una sonoridad atractiva y diferente de la de sus antecesores, el clavicembalo y el clavicordio. Eso motivó que algunos de los grandes compositores del siglo XVIII, como Haydn y Mozart, comenzaran a interesarse por el joven instrumento, probaran su sonoridad y escribieran obras de teclado pensando ya, con toda propiedad, en el piano.
Tanto en Haydn como en Mozart, ese tránsito del clave al piano se produjo en forma lenta y paulatina. Sin embargo, se sabe que de las 19 Sonatas para teclado escritas por Mozart, las primeras debieron estar dedicadas al clave, mientras que las de la última etapa parecen específicamente pianísticas.
Y una de esas sonatas mozartianas de franco corte pianístico, es la número 11 en La Mayor.
Escrita cuando el compositor contaba 25 años de edad, esta Sonata ocupa una especial posición en la serie total de 19, no sólo por su admirable belleza, sino por su original estructura formal. En esta obra, el compositor austríaco se apartó sorpresivamente de las normas convencionales de su época, ya que el primer movimiento no posee la forma de un “Allegro de sonata” , como era habitual, sino que presenta un tema con variaciones.
El segundo movimiento, por su parte, es un complejo Minuet, mientras que el tercero es un rondó cuyos temas, ritmo y carácter se basan en el estilo de las “marchas turcas”, muy en boga en esos tiempos.
Por lo tanto, y sin que esto constituya un juego de palabras, Mozart escribió una Sonata que no presenta la llamada “forma sonata” en ninguno de sus movimientos, sino que integró la misma con un tema con variaciones, un minué y un rondó.
Y fue esa Sonata No.11, en La Mayor, K.331, la que Mozart terminó de escribir, hace 229 años, UN DIA COMO HOY.