Frente a las costas de Santiago de Cuba se produce una batalla naval decisiva para el curso posterior de la guerra hispano-cubano-norteamericana
29 de marzo de 2013
Frente a las costas de Santiago de Cuba se produce una batalla naval decisiva para el curso posterior de la guerra hispano-cubano-norteamericana.
Un día antes, el almirante Cervera, jefe de la escuadra española anclada en el puerto de Santiago de Cuba, recibe la orden de zarpar con las tropas que había desembarcado en la ciudad. El comunicado, remitido con carácter urgente, está firmado por el Capitán general Ramón Blanco.
En la mañana del 2 de julio de mil 868, Cervera parte con sus unidades.
A la salida de la bahía espera una decena de buques norteamericanos que superan a la escuadra española en tonelaje, material blindado y armamentos.
La batalla naval concluye con un fácil triunfo para Estados Unidos.
La derrota sufrida por las unidades españolas constituye un severo golpe a la moral, ya resquebrajada, de las tropas coloniales. Las fuerzas mambisas, con su audacia y experiencia combativas, habían desgastado sensiblemente la maquinaria bélica de la metrópoli.
Posteriores bombardeos de los interventores norteamericanos y la incesante ofensiva patriótica contra los destacamentos españoles, conducen a la capitulación del régimen colonialista.
Después, en grosera e infame actitud, el alto mando de Estados Unidos desconoce el decisivo apoyo de los patriotas cubanos y prohibe la entrada del Ejército Libertador a Santiago de Cuba.