Estreno mundial del poema sinfónico “La isla de los
29 de marzo de 2013
Considerada como una de las obras más importantes de su autor, “La isla de los muertos” es un ejemplo de obra musical inspirada en la pintura, recurso que, por cierto, no ha sido muy utilizado por los compositores.
Y como todo poema sinfónico tiene su historia, la de “La isla de los muertos” es la siguiente: En una de sus numerosas giras como concertista, Rajmaninov pudo ver en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York el famoso cuadro del pintor suizo Arnold Becklin, titulado “La isla de los muertos”.
Dicho cuadro formaba parte de una serie de pinturas realizadas por Becklin sobre las Islas Ponza, que son desnudos islotes de roca situados al norte de la bahía de Nápoles.
En el cuadro, cargado de desolación y patetismo, se observa una isla poblada por cipreses a la que se acerca una embarcación transportando dos fantasmagóricas figuras vestidas de blanco y un ataúd. Es la muerte llevando a una de sus víctimas hasta el tétrico paraje de la isla
Se cuenta que fue el crítico ruso Vladímir Stásov, quien indujo a Rajmaninov a escribir una partitura sobre dicho cuadro y, al parecer, la misma fue realizada durante una estancia del compositor en Dresde, en 1902.
Y con asombrosa fidelidad, el poema sinfónico de Rajmaninov refleja, en su atmósfera y sonoridad, el ambiente planteado por Becklin en su famoso cuadro. Toda la primera parte del poema está realizada sobre un obsesivo bajo ondulante que sugiere el movimiento del mar y el avance de la embarcación. La sección central está realizada sobre dramáticos motivos corales que alcanzan varios clímax cargados de tensión. Y al final vuelve a escucharse el ondulante motivo inicial, pero ahora se le incorpora el tema del Dies Ire, procedente de la Misa de difuntos del ritual católico. El poema se extingue poco a poco, con una pérdida gradual de color e intensidad……..
“La isla de los muertos”, que es una obra muy apreciada por los públicos más diversos, fue estrenada en la temporada de 1908 a 1909 por el propio Rajmaninov. Y eso ocurrió en Moscú, hace 101 años, UN DIA COMO HOY.