Estreno mundial del Libro IV, de la suite “Iberia”, de Isaac Albéniz
29 de marzo de 2013
Un importante sector de la crítica y el público opina que Iberia es la creación más importante de Isaac Albéniz, compositor al que se le considera como el iniciador de la moderna escuela musical española.
Y aunque Albéniz escribió algunas obras para el teatro, ente ellas tres óperas, su mentalidad creadora se aplicó casi exclusivamente al piano, instrumento del que era un intérprete muy notable.
Esas virtudes de Albéniz como pianista se revelan muy bien en sus obras, cuya ejecución necesita una gran destreza técnica y un profundo dominio del instrumento para extraer de ellas todas las facetas rítmicas y expresivas que están implícitas en su contenido musical.
Iberia fue compuesta por Albéniz en 1904, cuando el compositor contaba 44 años de edad y su delicada salud lo obligó a abandonar sus frecuentes giras internacionales y volver a su natal Cataluña, donde moriría cinco años más tarde.
Y a pesar de las calamidades físicas y familiares que rodeaban al compositor, entre ellas la muerte de su hija, Albéniz fue capaz de sobreponerse para realizar una de las obras más monumentales del pianismo moderno y de la historia musical de España.
La Iberia de Albéniz consta de doce piezas que el compositor publicó en cuatro libros de tres piezas cada uno.
Esas doce partes que integran la obra total, llevan títulos que aluden al lugar específico de España y, sobre todo de Andalucía, que Albéniz quiso describir mediante la música.
Y el cuarto y último libro de Iberia, cuyo estreno estamos evocando en la efeméride de hoy, contiene las piezas tituladas Málaga, Jerez y Eritaña.
La primera pieza del cuarto tríptico, se refiere a una de las ciudades más conocidas y características de la geografía andaluza, o sea, Málaga.
Después de Málaga, Albéniz evocó en su último libro de Iberia otra típica ciudad andaluza, cuyo nombre completo es “Jerez de la frontera”. Situada cerca de Cádiz, Jerez produce uno de los vinos españoles que goza de mayor fama mundial; pero también es tierra naranjos y olivos, de música y de cantos en los que se mezclan la herencia morisca y la apasionada sensibilidad de los gitanos que aún hoy pueblan la Andalucía española.
Por último, ser sabe que Albéniz no pensaba dejar su Iberia en las doce piezas que integran hoy dicha obra, ya que al momento de morir dejó inconclusas dos piezas más, tituladas Navarra y Azulejos, las que fueron terminadas por otros músicos. Sin embargo, nadie se atrevió a incorporar esas piezas a la Iberia por lo que, en su edición posterior, sólo se incluyeron las doce piezas que el compositor español redactó integralmente. Esas doce piezas y el itinerario andaluz de Albéniz en Iberia
concluye con la página titulada Eritaña.
La premier mundial del cuarto y último libro de la suite Iberia, de Albéniz, ocurrió en París, hace 99 años, UN DIA COMO HOY.