el dictador Gerardo Machado abandona el poder y escapa con su familia hacia Nassau.
29 de marzo de 2013
Como resultado del impetuoso avance de la lucha revolucionaria, el dictador Gerardo Machado abandona el poder y escapa con su familia hacia Nassau.
El embajador norteamericano, Summer Welles, había sido enviado a La Habana para mediar en el conflicto interno y evitar que la situación reinante perjudicara seriamente los intereses de Washington en la Isla. Los principales partidos y grupos politiqueros aceptan los “” buenos oficios “” del procónsul, quien preconizaba una salida a tiempo del tirano. Machado intenta, inútilmente, hacer resistencia.
El potente movimiento antimachadista, que adquiere rápidamente un carácter nacional, conduce inevitablemente al derrocamiento de la dictadura.
En estas condiciones, la clase obrera puede encabezar el combate y orientarlo hacia las posiciones políticas más radicales. Los pronósticos son sumamente alarmantes para el gobierno de Estados Unidos.
Las masas obtienen una resonante victoria, e inmediatamente comienzan las maniobras de la reacción para impedir que se establezca un gobierno popular. Asume la presidencia Carlos Manuel de Céspedes, quien organiza un gabinete en el que están representados los sectores que aceptaron la mediación yanqui.
La clase obrera y otras fuerzas revolucionarias comprenden que la componenda intenta frustrar el triunfo del pueblo, lo que provoca nuevos estallidos de violencia. El Directorio Estudiantil Universitario exige, mediante un manifiesto, la constitución de un gobierno revolucionario provisional que emprenda las transformaciones que demanda la sociedad cubana.