El compositor húngaro Franz Liszt compone su monumental Sonata en si menor, para piano
29 de marzo de 2013
Esta única Sonata para piano escrita por Liszt se aparta de manera tan deliberada de la forma clásica, que muchos teóricos la consideran, más bien, una fantasía o un poema sinfónico. Y es que se trata, sin dudas, de un intento por renovar la sonata a partir de una actitud francamente heterodoxa.
En primer lugar, los cuatro temas de la obra constituyen un extenso movimiento, aunque hay subdivisiones análogas a los de los cuatro tiempos de las sonatas clásicas. Dichos temas se transforman y combinan en un orden aparentemente rapsódico pero, detrás de esa libertad existe, sin dudas, la voluntad de lograr una intención expresiva.
Tal vez la influencia más notable que se observa en esta Sonata es la del llamado “principio cíclico”, expuesto por Cesar Franck y según el cual toda la obra debe estar unificada por una idea que reaparece de manera omnipresente y que, en el caso de la Sonata de Liszt, se identifica con mucha facilidad.
Y ya sea por su novedad o por la fuerza de su música, esta Sonata en si menor, de Liszt, es una de las obras más singulares e impresionantes de todo el romanticismo musical.
La Sonata en si menor, para piano, de Franz Liszt, fue creada por su autor hace 154 años, UN DIA COMO HOY.