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Desaparece físicamente el Comandante Camilo Cienfuegos, cuando el avión que lo conduce se precipita al mar

29 de marzo de 2013

Desaparece físicamente el Comandante Camilo Cienfuegos, cuando el avión que lo conduce se precipita al mar. El legendario jefe guerrillero regresaba a la capital cubana después de cumplir, en Camaguey, una compleja misión asignada por la Revolución.
Nacido el 6 de febrero de mil 932 en humilde hogar habanero, Camilo Cienfuegos Gorriarán manifestó, desde la adolescencia, una firme rebeldía frente a las injusticias imperantes en la sociedad cubana de la época. Muy joven aún, sufrió en carne propia los efectos de la represión.
En mil 956, después de conocer la triste experiencia de los emigrados y las minorías étnicas en Estados Unidos, viaja a México y se une al grupo de revolucionarios que integrarían la expedición del yate Granma.
Durante la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista, Camilo Cienfuegos sobresale por su audacia, inteligencia y valor a toda prueba.
Por sus virtudes como combatiente, es ascendido al grado de Comandante del Ejército Rebelde.
En mil 958, protagoniza – junto al Comandante Ernesto Che Guevara – la Invasión de Oriente a Occidente, una de las más grandes proezas de la guerra de liberación en Cuba. Al frente de la columna número 2, “” Antonio Maceo “”, Camilo realiza verdaderas hazañas en el territorio central del país, entre ellas la batalla que lo inmortalizaría como EL HÉROE DE YAGUAJAY.
Tras el triunfo insurreccional del primero de enero de mil 959, ocupa el Campamento Militar de Columbia en cumplimiento de una orden impartida por Fidel. Poco tiempo después, ese bastión de la tiranía quedaría convertido en la Ciudad Escolar que hoy lleva el nombre del sobresaliente luchador revolucionario.
Durante el corto período transcurrido desde la victoria popular hasta el instante de su desaparición física, el Comandante Camilo Cienfuegos trabajó incansablemente por la consolidación de la Revolución; insistió en la necesidad de capacitar a los cuadros militares; y reveló – en intervenciones y discursos – dotes excepcionales como dirigente político.
Hombre de amplia sonrisa, sencillez proverbial y auténtica cubanía, Camilo Cienfuegos es la genuina imagen de su pueblo.