Universidad de La Habana: 291 años de ciencia, pensamiento y arte

5 de enero de 2019

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Elaine Caballero

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Eusebio Leal Spengler, Universidad de La Habana

 

Justo en el aniversario 291 de la emblemática Universidad de La Habana (UH), a conmemorarse este 5 de enero del 2019, el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo, sitio fundacional de esta Casa de Altos Estudios, abrió sus puertas para celebrar esta importante efeméride.
La cita estuvo presidida porel doctor José Ramón Saborido Loidi, Ministro de Educación Superior; la doctora Miriam Nicado García, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) y rectora de la Universidad de La Habana; el Historiador de la Ciudad, Doctor Eusebio Leal Spengler, Maestro Mayor del Colegio San Gerónimo; además de Niurka González Orberá, Secretaria General del Sindicato de los Trabajadores de la Ciencia, el Deporte y la Educación, y la doctora en ciencias Martha del Carmen Mesa Valenciano, miembro del Buró Político y Viceministra Primera de Educación Superior.
Se encontraban presentes también padres de la orden religiosa Santo Domingo, junto a profesores y estudiantes del Colegio San Gerónimo.
Las palabras iniciales del acto le correspondieron a la máxima representante de la UH, Nicado García, quien comentó que este aniversario estará dedicado especialmente a los 500 años de la capital.
En su intervención, la rectora explicó los inicios de este emblemático centro estudiantil, producto del interés de España por fundar 30 universidades en el Nuevo Mundo, entre los años 1538 y 1812.

 

 

Si bien desde la segunda mitad del siglo XVII comienzan los intentos por crear un centro de educación superior en la lsla, no fue hasta 1728 que el hecho se materializó en el antiguo Convento San Juan de Letrán, bajo el nombre de Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana.
Grandes figuras de la cultura nacional desfilaron por sus aulas como el padre Félix Valera, José de la Luz y Caballero, Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, entre otras personalidades.
Nicado García habló también del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina, acontecimiento triste de nuestra historia cometido en 1871. De esta Casa de Altos Estudios saldrían detenidos para ser víctimas injustamente de la condena más cruel: la muerte.
En sus palabras rememoró el legado del insigne pedagogo Enrique José Varona, quien defendía el principio de “hacer que el adolescente adquiera sus conocimientos del mundo, del hombre y de la sociedad, de un modo directo y no de la manera reflejada en los libros ni las lecciones puramente verbales y con una base científica para que sea objetiva, experimental y práctica”.
Una nueva etapa llegó en 1902 con el traslado de la UH a su actual sitio: la Colina. Allí surgió la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), con Julio Antonio Mella al frente y donde José Antonio Echeverría ofreció memorables discursos. Asimismo, la Generación del Centenario descendió por su amplia escalinata en la Marcha de las Antorchas con Fidel Castro Ruz como su líder. Todos estos sucesos “engrandecen nuestra Casa”, sentenció la rectora.
“Gracias al Alma Mater nacieron el Instituto Politécnico José Antonio Echeverría (Cujae), la Universidad de Ciencias Médicas, la Universidad de Ciencias Pedagógicas, la Universidad Agraria de La Habana y las universidades de Pinar del Río y Matanzas”, aseveró.

 

 

Con 291 años como centro guía de enseñanza superior en el país, aún quedan retos por cumplir. Nicado García lo tiene bien claro y ratificó el compromiso de consolidar una Universidad “coherente, flexible, dinámica y participativa, donde la disciplina, la eficiencia, la cooperación y el enfoque multidisciplinario sean característicos para el trabajo cotidiano”.
En la cita, la Rectora se refirió al Doctor Leal como “alguien que ha entregado su vida a esta ciudad y nos ha enseñado a andar La Habana, a conversar con su gente y a preservar nuestra identidad (…)”.

 

 

Para ella, el Historiador es continuidad “de Varela, Céspedes, Agramonte, Varona, Villena, Bachiller, Mella y Fidel”. Por tales razones, en nombre del Ministerio de Educación de la República de Cuba y de los educadores, le fue entregado a Eusebio Leal la categoría docente superior de Profesor Titular de la Universidad de La Habana.
“Todo mérito pertenece por completo a nuestra patria”, reconoció el Historiador. “La Universidad ha sido para mí algo importante (…). Fue la victoria de la Revolución, hace 60 años, la que abrió todas las puertas y colocó en la espalda de cada uno de nosotros un destino. Nadie quedó exento de ese llamado”.
Con el triunfo del 1ro de enero de 1959 se hizo necesario multiplicar el conocimiento y hacerlo extensivo a las mayorías con la Campaña de Alfabetización en 1961, al decir del Doctor Leal, “el hecho más memorable y trascendental para la cultura cubana porque sentó las bases para edificar sobre ella todas las formas de la educación cubana”.

 

 

El Historiador recibió el sexto grado “de manos de líder de los trabajadores Lázaro Peña porque era necesario ingresar en la educación obrero campesina”, sentenció. Una vez más aseguró que estará donde la Revolución se lo exija.
“Aquellos que nos abrieron el camino merecen siempre nuestro homenaje”, expresó. En sus palabras recordó a Clemente Inclán, denominado por los estudiantes el rector magnífico, y evocó asimismo el pensamiento de José de la Luz y Caballero y Enrique José Varona, “símbolos de la escuela cubana pedagógica”.
Ambos, junto a Félix Varela, defendieron la necesidad de “no copiar, no memorizar; intuir, analizar y pensar, lo más importante. (….) Tenemos que ser de ciencia y pensamiento, una cosa va unida a la otra”, manifestó.
“La Universidad — agregó — nos dio su más trascendental legado: su tradición, su indeclinable voluntad y su extraordinaria capacidad de luchar”.
En los primeros años de la Revolución y por mucho tiempo, recordó el también Presidente de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, “Fidel acudía continuamente a la Colina y les explicaba a los estudiantes las leyes que iban a ser aprobadas”.
“En su monumental concepto de Revolución — continuó Leal — pone una serie de códigos a los cuales nosotros debemos no solo atenerlos, sino desentrañar las inmensas preocupaciones que, en ese mandato legado, expresa uno de los más ilustres alumnos de la Universidad”.
“¿Qué es la Revolución?”, preguntó el Historiador. “No es un alboroto, una algarabía. Es remover los fondos de una sociedad, que tiene que preguntarse por qué razón surgió, a lo largo de los años hasta alcanzar la victoria, aquella fiebre que alcanzó a todo un pueblo, en aras de justicia y cambio”.

 

 

“Actualmente, el pueblo vive el proceso de creación de una nueva Constitución, la cual debe acercarse lo más posible a la urgencia del hoy y a la promesa del mañana (…)”, sentenció.
El Historiador compartió con los presentes una anécdota sobre su paso por la Casa de Altos Estudios, al colocarle al Alma Mater un laurel cuando se graduó. A la emblemática estatua le dijo silenciosamente: “He cumplido contigo”.
Sin embargo, la vida reservaría otras experiencias, ligadas profundamente a las lecciones aprendidas en la UH. “No me interesa la ciudad como árbol y templete, sino acumulación de grandes cosas (…)”.
Antes de finalizar, el Doctor Leal mencionó varios aniversarios en este 2019: “Todo lo que nos rodea es historia. El 12 de enero, hace 150 años, ardía Bayamo; pocos días después se producía el levantamiento de los villareños para completar el triángulo y las tres franjas del escudo de Cuba. Se debía combatir con sangre por la estrella”.

 

 

Se cumplen también siglo y medio de “la gloriosa Constitución de Guáimaro, utopía democrática de los cubanos, que si bien puso alas al caballo de la Revolución (…) puso sobre la mesa la necesidad de construir el sueño de una patria y una nación”.
Por último, la cantante Anyelín Díaz Oviedo, perteneciente al grupo Los Clásicos, deleitó a al público con el tema “Perla Marina”, de Sindo Garay.