Una orquesta con estilo propio

20 de marzo de 2015

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Ofelia Sandar Valles

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Jorge Rotter, Lyceum Mozartiano de La Habana, Orquesta-escuela de la Universidad de las Artes

El virtuosismo de la Orquesta-escuela de la Universidad de las Artes (ISA), adjunta al Lyceum Mozartiano de La Habana, arrancó aplausos prolongados a los que se dieron cita este jueves, en el Oratorio San Felipe Neri, durante la realización de su concierto con obras de Ludwig van Beethoven, Béla Bartók y Carl Nielsen.

La presentación devino en colofón de una semana de talleres que impartió por sexta ocasión el director Jorge Rotter, de origen argentino y quien desde 1987 es profesor de dirección orquestal, de la Universidad Mozarteum de Salzburgo.
Una vez concluido el concierto y en exclusiva para Habana Radio, el también Premio  Konex, en Dirección Orquestal, ofreció declaraciones.
“No son demasiado los talleres que hacemos. Se realizan 3 ó 4 veces por año. Sin embargo, son de gran intensidad y, por supuesto, el nivel ha aumentado de forma sensacional”.
“Lo anterior- comenta- se observa en dos aspectos: cada vez hacemos obras más difíciles y las piezas más conocidas del repertorio al principio llevaban muchas horas de ensayo. Recuerdo todavía las primeras jornadas en el 2010”.
Ahora es fácil el trabajo, por decirlo de alguna forma, siempre se puede perfeccionar pero la orquesta ya tiene un estilo, algo importantísimo en una agrupación como esta. Tiene muy claro cómo se tocan los clásicos que son la base de todo y eso precisamente nos permite ampliar el repertorio.

En este caso el divertimento de Béla Bartók es una obra muy exigente para cualquier orquesta profesional, hay que trabajarla mucho para llegar al nivel que hemos llegado nosotros.
Para mí estos talleres son de gran rendimiento y tengo que agradecer a mis dos colegas los maestros Ronald Zollman y Walter Reiter que desde el primer momento los han impartido a la par mía.
Rotter la orquesta va rotando los jóvenes a medida que se van graduando, ¿afecta esto su calidad?
La orquesta-escuela, como su nombre lo indica, la integran jóvenes estudiantes que van rotando, se trata de una fluctuación significativa pero tenemos por suerte también un núcleo, varios músicos que se mantienen desde el comienzo del proyecto en las distintas fases y son la garantía de la continuidad del trabajo.
En la formación que tocó en esta oportunidad, sobre todo en las cuerdas había estudiantes bastante nuevos y para los cuales vuelvo a repetir la obra de la Bartók no solo era una obra nueva sino un estilo completamente desconocido.
Compensó esto el apoyo de unos cuantos solistas que ya vienen tocando años en la agrupación, saben cómo trabajamos, lo que exigimos nosotros los directores y son una palanca muy grande hacia los jóvenes menos expertos.
¿Se siente satisfecho con la interpretación de la orquesta este jueves 19 de marzo?
Por supuesto, estoy contentísimo. Es una orquesta extraordinaria y no por gusto tocaron en Salzburgo y tuvieron mucho éxito. El público de Salzburgo naturalmente si ve gente joven siempre los va a apoyar pero es muy exigente. Realizaron dos conciertos en un Festival en el que participan orquestas profesionales de gran renombre.
O sea, además de la simpatía estuvieron muy a la altura, es una agrupación muy importante. Cuba puede estar muy contenta y si tuviera la posibilidad me gustaría hacer una gira con ellos por Europa y Suramérica de donde vengo. Sería una orquesta vista por el público de Argentina, Chile, Brasil y un estímulo enorme para sus homólogas en esos países porque esta orquesta no solo toca, sino que ya tiene una personalidad propia.