Santiago en 500: el arte dignifica a la ciudad

24 de julio de 2015

Cuba, Cultura, Santiago de Cuba

Por: Odalys Viera Rodríguez y Yoel Lugones Vázquez
Fotos: Alexis Rodríguez

Santiago de Cuba luce sus mejores galas por estos días. No podía ser de otra manera: toda la ciudad, con sus habitantes y los foráneos que la visitan, están inmersos en una gran festividad: los 500 años de esta otrora villa fundacional.

Son muchas las acciones que se llevan a cabo para que una urbe que cumple medio milenio se vea como nueva, y para rescatar lugares legendarios y característicos del territorio se ha convocado el esfuerzo de muchos especialistas y trabajadores, pero también de artistas comprometidos con nuestra identidad.

Alberto Lezcay ha sido uno de ellos. Presidente de la Fundación Caguayo – que, como él mismo ha expresado, lo que ha hecho es convocar a otros creadores a integrarse en las acciones en las que tantos santiagueros están inmersos –, este creador, gestor principal de uno de los emblemas de la ciudad, la estatua del General Antonio Maceo, que se erige en la Plaza de la Revolución, ha afirmado sentirse muy regocijado.

Alberto Lezcay

“Calle Enramadas Mayor, novia de nuestra ciudad”, así reza una popular canción que define la importancia que revista para el santiaguero el paseo que une a todos en el cotidiano ir y venir por la céntrica arteria comercial, llena del calor humano que define a los nativos. Así los visitantes podemos constatar la alegría y el entusiasmo con que asumen las celebraciones por el aniversario de la ciudad.

Gracias al trabajo conjunto entre diferentes instituciones de las artes plásticas y al proyecto “Vuelo de bronce” un nuevo boulevard santiaguero, ubicado en esta calle emblemática; paseo que se extiende desde la Plaza de Marte hasta el mar, hasta el propio Malecón, y que ahora es adornado con láminas artísticas ubicadas en las aceras. Así los nuevos locales del lugar se imbrican perfectamente con el placer visual que provocan estas piezas, otorgando un toque de distinción a la ciudad.

Lezcay dirigió también, hace casi 25 años, un grupo de artistas que se encargaron de la construcción del monumento a Antonio Maceo, que demoró nueve años (comenzó en 1982 y terminó en 1991): “Esto fue un trabajo en equipo, en colectivo. Fue la primera Plaza que se convocó a concurso en Cuba y reunimos a 19 especialistas en diferentes materias para enfrentar una labor tan compleja. La respuesta fue integradora tanto desde el punto de vista artístico como funcional. Nos sentimos muy orgullosos de que este lugar haya sido reconocido como Monumento Nacional, y eso quiere decir que funciona tanto desde el punto de vista artístico como práctico, que fue nuestro propósito”.

El Maceo imponente que corona la Plaza, obra de Lezcay y que siempre ha sido cuidado y restaurado junto a todo el conjunto monumental, se ha convertido en símbolo de la urbe. Fue construido por piezas y según el artífice, “fue un desafío para mí mismo y para muchos escultores puede ser como una lección, puesto que crear un coloso de esta magnitud, 16 metros, armarlo, modelarlo, concebirlo, fue arduo, porque hay que hablar de la concepción; a veces hablamos de la realización pero lo más importante es concebir. Tenía que ser una obra majestuosa, de bronce – no podía ser de otra manera pues hablamos del Titán de Bronce – y creo que lo logramos”.

“No teníamos las condiciones creadas en Cuba. Por eso tuvimos que hacer la fundición, hacer el taller, formar una escuela, crear especialistas, colaboradores, ayudantes. Fue un gran proyecto que fructificó y gracias al apoyo del estado y del gobierno decidimos continuar la línea de trabajo. Por eso, fue la génesis de la Fundación Caguayo para las artes monumentales y aplicadas actualmente”, finalizó Lezcay.

Si algo ha demostrado Santiago de Cuba a través de la historia es el valor de su gente, la entrega de quienes la han amado y defendido. Una vez más, el arte ha sido fuerza inspiradora, motivo de orgullo y razón para que una ciudad festeje, con auténtico regocijo, una fecha tan significativa como los 500 años y el Día de la Rebeldía Nacional.

CALLE ENRAMADAS, NOVIA DE NUESTRA CIUDAD

El Corredor Patrimonial de las Enramadas, sitio emblemático de Santiago de Cuba, inmortalizado en melodías y orgullo de los citadinos, se erige en este 500 aniversario como un moderno paseo peatonal.

El proyecto sin dudas ya es reconocido como de gran impacto urbano: su extensión comprende desde la calle Plácido, frente a la Plaza de Marte, hasta el Paseo Marítimo.

Según fuentes consultadas pertenecientes al Plan Maestro de la Oficina del Conservador de la Ciudad, se demolieron aceras y contenes para ejecutar el nuevo pavimento. Los trabajos han tenido en cuenta los intereses de los pobladores. Por ejemplo, al cambiar el nivel de la calle se ha estabilizado el drenaje fluvial y las comunicaciones.

Asimismo, dan cumplimiento al Plan General de Ordenamiento Urbano de Santiago de Cuba “que implementa el desarrollo ordenado de la urbe, planes de viviendas, rehabilitación del fondo edificado con énfasis en el área fundacional,  zonas de nuevo desarrollo y la eliminación de barrios precarios”.

La Calle Enramadas es la fundamental área comercial, gastronómica y cultural de Santiago, además de encontrarse allí las principales instituciones sociales y del Gobierno. Con este nuevo proyecto se brinda una vía más amplia, bella y digna para recibir el 500 aniversario de una urbe que bien ha ganado su título de hospitalaria y heroica.