¿Quién dice que la poesía ya se ha acabado?
22 de marzo de 2023
Wilkie Delgado Correa
Declarado por la UNESCO cada año el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía, durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, conmemora una de las formas más preciadas de la expresión e identidad y lingüística de la humanidad
Se postula por dicha organización que el Día Mundial de la Poesía es una ocasión para honrar a los poetas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad de poesía en los medios. A medida que la poesía continúa uniendo personas en todos los continentes, todos están invitados a unirse.
Por tanto, pienso que la fecha es propicia para algunas reflexiones y permitirme hacer algunas modestas contribuciones al género como oficio y quehacer coyuntural.
El título de este artículo lo he rescatado de nuestro poeta mayor, José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, quien expresa esta frase en su crónica “Libros americanos”, en noviembre de 1883. Y recalco que quién quiera conocer las más variadas ideas sobre la poesía y los poetas, según enfoques de formas, temáticas, circunstancias, épocas, autores, trascendencias etc., hasta su elección personal confesada en carta de 9 de abril de 1895 a la niña María Mantilla pocos días antes de su muerte en combate ocurrida el 19 de mayo de 1895. Esta fue su confesión: “Donde yo encuentro poesía mayor es en los libros de ciencia, en la vida del mundo, en el orden del mundo, en el fondo del mar, en la verdad y música del árbol, y su fuerza y amores, en lo alto del cielo, con sus familias de estrellas, — y en la unidad del universo, que encierra tantas cosas diferentes, y es todo uno, y reposa en la luz de la noche del trabajo productivo del día”.
Y resultan relevantes estos juicios sobre los poetas y su esencia inmanente de patriotismo, al definirlos así: “Ungido nace el poeta, como un rey; investido nace, como un sacerdote. A su pueblo ha de ser fiel, porque de su pueblo recibe las condiciones con que brilla. Y el de que su pueblo reniegue, de las propias alas de su cerebro y entrañas de su entendimiento sea, como un ladrón, privado”. “Con cada gran poeta se va de la tierra algo del propio corazón”. “De que los poetas sean oídos, y se acerquen, y trabajen a la par, vendrá la paz humana: no poetillos de oficio, o de afición, ¡sino esos que llevan en el alma una luz que se consume, de tanto como irradia!”
Por tanto, después de esta introducción necesaria, me permito incluir hacer algunas modestas contribuciones al género como oficio y quehacer coyuntural míos.
VERSO. COMO SI NO ME CONOCIERAS: Te quedarás tranquilo / o sublevarás las noches y los días./ tomarás el camino del desierto / o abrirás un túnel hacia la luz./ Te mantendrás en silencio / o estallarás con gritos, voces y risas estridentes. // Permanecerás inmóvil / o andarás directo como un disparo hacia su blanco. / Te quedarás conmigo, verso mío, / o seguirás escurridizo entre las gentes / mientras vives tu aventura ingenua / como si no me conocieras / ni recordaras tu origen primigenio / en la fuente de mi vida.
MUERTE: Ay, quién revive a los muertos / Cuando les quitan el mundo / Cuando la tierra los cubre / Cuando se convierten polvo.
MORIRÁS UN DÍA: Morirás un día de un siglo cualquiera. / Morirás una tarde de una de las estaciones. / Un sepulturero recogerá tus huesos / como si seleccionara las semillas / para la siembra de la primavera próxima. / / Pondrá tus huesos en una urna / y quedarán guardados para el tiempo / como uno de tus libros / en la estantería de las bibliotecas.
SALVACIÓN DEL OLVIDO: No me pidas silencio / que el silencio me duele desde siglos / en los hondones del alma. / Me mató el aliento / y también la sonrisa. / Me inundó de tristezas / y de miedos horrendos. // No me pidas que pierda / esta victoria formidable / de gritar y lanzar / cual paloma libre de su jaula, / a los vientos presentes y futuros, / mi voz recién nacida. / / No me pidas que deje de cantar / y sentir la libertad dentro de mí, / porque hoy el porvenir está conmigo, / es mi amada compañía, / mi escudo protector, / y mi salvación del olvido.
LA INOCENCIA: Hay inocencia en la vida de los animales. / Y hay más en la niña que se asoma a la noche / para contemplar la luna y soñar / con tomarla para sí como un regalo / y acostarse con ella entre los brazos. / Luego soñar, soñar, durante toda la vida. // La inocencia está en el anciano / con la apariencia de una estatua en un soto del parque / mientras mira pasar días y años / como a transeúntes presurosos / que cruzan las avenidas como bólidos. / Luego recordar, recordar, hasta que llegue la muerte. // La inocencia está en todas partes / a veces bien visible como luz, / otras veces escabullida entre las sombras, / y tímida de asomarse entre tantas estrellas / que titilan en la noche.
A TRAVÉS DE LA VENTANA: Estoy contemplando el mundo a través de una ventana. / A veces quedo hechizado / por las maravillas que contemplo. / En ocasiones me horrorizo / de mirar tantas atrocidades / que atribulan al corazón más fuerte. // El mundo es un enigma tan inmenso / que muestra jeroglíficos indescifrables. / Reta al hombre, le coloca / un cuchillo en la garganta / y le revuelve las entrañas / como si le persiguiera / su secreto interior / en el último resquicio de su ser. // El mundo se deja ver entre las brumas / entre cegadoras luminarias / entre pesadillas y despertares / entre risas y llantos / entre la vida y la muerte. // Estoy contemplando el mundo a través de una ventana / y quiero transformar su imagen multiforme / para hacer eterna su hermosura / y lograr que su alma sea dulcemente buena. // Estoy contemplando por una ventana / mi mundo convertido en arco iris, / en cielo apacible y en mar sereno, / con la paz que lo envuelve como un manto.
LA REBELDÍA: “No moriré del todo” Horacio. / No morir: / He ahí una inscripción solemne / que puede esculpirse en la fachada / de una catedral antigua, / en una escultura digna de sobrevivir generaciones, / en un monumento erigido a la vida / en una de las grandes avenidas del mundo. // No morir: / El deseo de perpetuarse gritado rabiosamente, / sentido dentro de los huesos, / aprisionado salvajemente entre las manos / que temen perder la única posibilidad de posesión. // No morir: / La nada rechazada con una repugnancia atroz, / lanzada violentamente al estercolero / para desterrarla para siempre. / No puede ser de otra manera. / No puede el hombre escoger otro camino. / Tiene que andar hacia la tumba / mientras maquina su rebeldía y dice: / “No moriré del todo”.
BATALLA. DE LO POSIBLE: Puedo quemar este papel / y puedo hacer trizas el poema / en medio de un torbellino de ira. / Puedo aullar en la noche / como una bestia que se acerca a la hoguera. // Puedo donar mi sangre / a un río que morirá silenciosamente / en el mar. / Puedo transformarme / y aparecer irreconocible ante el espejo. / Pero no puedo dejar de amar / la batalla que se llama vida.
VIGILANCIA: Un sol enorme se derrite sobre el mar, / se despedaza en una caída irreal, / chorrea luz como sangre. / Pero, al fin, asciende bello como un girasol. // La playa se abre como un vientre virgen, / tesoro inviolado en la víspera de vigilia. // Miras la tersura del paisaje / que cuidas con tu fusil y tu mirada. / Cierras los ojos en el parapeto / y entregas la vigilancia al día.
TODA LA PALABRA: Toda la palabra hecha lanza / que vomita su fuego al horizonte / de la noche. / Toda la palabra en un surco / de donde brotará la aurora, el día / de rehechos destinos y alumbramientos. / Toda la palabra conmovida / por resortes humanos, por destellos / que disipan la niebla del paisaje / convulso por la furia y la batalla. / Toda la palabra en clarinada, / en voz invicta y grito emocionado, / en bandera, en escudo, en arma legendaria, / en una luminaria de los días de triunfo.
EL DESTINO: Me ayudará el destino / y podré encender un palmo de tierra / para alejar de mi vida / la negrura de las noches. // Me ayudará el destino / para descubrir un sortilegio /que mitigue la amargura de las almas. // Me ayudará el destino / para curar la podredumbre / del doliente corazón humano. // Me ayudará el destino / para abrir una ventana inmensa / que me permita contemplar el alba. // Me ayudará el destino / y podré retornar después de cada ida / y no me perderé jamás / en laberintos reales o ficticios. // Me ayudará el destino.
EL TRIUNFO DE LA LUZ: Bastaría una brecha y tú saldrías / escapada de la muerte, renacida, / con tus verdes, azules y amarillos / y todos los ropajes que te visten. // Bastaría el asombro de tu hechizo. / No te olvides que tu vívida presencia / puede ser un conjuro, una magia / que destruya maleficios, / rompa claustros, / y anuncie la libertad en todas las cavernas. // Bastaría una brecha, y el sol vendría / a anunciar tu presencia tal si fuera / el triunfo de la luz que nunca muere.
EL TIEMPO VOLVERÁ: La razón absoluta expiró tal vez anoche / o quizás en un momento dado de este u otro día / -la fecha puede o no importar según el caso-. / Todo puede ser relativo según parece / y la razón asume así las verdades descubiertas. // Expiró la razón, y la locura / se instaló de repente y con violencia. / Un enorme fragmento de la tierra / -dígase lugar, rincón, países- / se deshizo en pedazos, / bajo el poder mortífero de bombas / con carga de maldad y odio, / de crimen y avaricia. // No es extraño el dolor y la ira acumulados / ante tanta locura desatada / en nombre de este o aquel falso argumento. // Pero el tiempo no es sólo un momento de la historia, / un limitado instante de una pesadilla o una locura. / El tiempo volverá, nadie lo dude, / y traerá primores y corduras / y una nueva razón renacerá / como una flor dentro del hombre, / con una poesía que cante esa ventura.
EL ENIGMA DEL CANTO: Después del enigma de ese canto / todo puede suceder en este mundo, / en mi mundo, en tu mundo, / dondequiera que exista un ser viviente. // Se marchitará el capullo de la cobardía en flor. / Yo esperaré, poesía, a que retornes. / Y si me aguardas en el lado oscuro de la vida, / allí estaré para encontrarnos / a pesar del enigma de aquel canto
FIDELIDADES: Seré todo lo que quieras. / Te aclaro que no quiero traicionar / aquellos valores en los que creo. // Te expreso que no aspiro / a riquezas materiales que se pierden / y no son la esencia de la vida. // Quiero que sepas mi firme voluntad / de no callarme una verdad / aunque duela y quizás cueste la vida. // Debo confesarte que no puedo / transformarme en rufián / de la noche a la mañana. // Más allá de estas fidelidades mías, / seré todo lo que quieras, / ¿quizás un duende de la montaña?, / ¿acaso un corcel desbocado que no para?
VENDREMOS: Te aseguro que vendremos a tropel / desde el fondo del despeñadero. / Vendremos escapados de entre enormes tenazas / con el recuerdo del filo amenazante de la guadaña. // Vendremos rugiendo como fieras inocentes, / ya se sabe de qué noches tan largas / después que la primitiva voz de la selva enmudezca / y llegue la hora de reivindicar / el derecho del pueblo al grito / y a luchar hasta ser dueño de todas las sonrisas. // ¡Te aseguro que vendremos en tropel!
CUANDO TENGA QUE MORIR: Y cuando un día tenga que morir / miraré gustoso el desfile de mi vida / desde la atalaya imaginaria de mis sueños. // Quiero acariciar con mis manos las cosechas / que sembré con ternura infinita. / Y no olvidar a nadie a quién amé / -demostrándolo o no con gritos y silencios- // Quiero oír a los míos e imaginarlos / alegres de vivir junto a mi pueblo / y ser leales hasta el fin de la existencia. // Cuando un día tenga que morir / no quiero arrepentirme de haber vivido / como quise o pude hacerlo / en la tierra sagrada de mis padres.
MIRO DESFILAR MI VIDA: Miro desfilar mi vida, / Los retazos se los lleva el viento / Y caen una vez y otra sobre árboles / Que la magia convierte en jardines. / El tiempo llega y me saluda, / Lleva alas. / Su canto añoso estremece al horizonte que se acerca, / Se refugia aterido entre las sábanas conmigo. / Viajamos bien unidos / -¡oh, viaje real o imaginario!- / Sobre un planeta que verdea / Y nos acompaña en la travesura infinita. / Mi vida viaja impulsada por el soplo / De la multitud que la presiente / Como si fuera un alma íntima.
COMO CUANDO ÉRAMOS NOVIOS. Ayer, te esperaba inquieto / Como cuando éramos novios. / Esperaba que vinieras / Como cuando éramos novios. / El crepúsculo pasaba / Acompañando paseantes, / Y yo te esperaba inquieto / Como cuando éramos novios. / Quería verte surgir / En la distancia, mirarte / La figura avanzando. / Quería verte venir, / Poner fin a la inquietud / De esperarte como un novio.
EN ESTE ENERO DE LAS BELLAS COSAS: En este enero de las bellas cosas / Seguramente las dalias habrán brotado / En el jardín que tú y yo conocemos. / Y por eso el asombro se nos crece / Con los años que vuelan como pájaros./ Pasa el tiempo y al cabo se nos llenan / Estas manos con el fuego de la tierra / Y comienza el reparto entre nosotros, / Este acto sublime de endulzarnos / Con sencillez la vida.// En este enero se recuerda todo: / Desde la tarde de la piedra arremetida / Para así dar respuesta a una ofensa / E iniciar otros actos clandestinos, / Hasta el sol que se perdía en las lomas / Para alzarse también y ser un símbolo / Del derrumbe tremendo de la noche. // Tú y yo conversamos de estos temas / Mientras cae la tarde y el escarlata / Del horizonte se torna en llamarada. / Y noto que mi habla se transforma, / Que la música acompaña a las palabras. / Comprendo entonces al caer la tarde / Que en este enero de las bellas cosas / Todo es posible como en primavera.
En conclusión, este es mi homenaje a la poesía en este día, su día en este tiempo concreto de la historia.
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