Para que el Colegio brille por la experiencia acumulada

11 de junio de 2021

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Colegio San Gerónimo de La Habana, Cuba, Emilio Roig de Leuchsenring, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de la Ciudad

Texto: Thays Roque y Yoel Lugones

Fotos: Néstor Martí

 

 

Fecha significativa es para la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) el 11 de junio. En esa jornada, pero del año 1938, fue creada esta institución por el ilustre intelectual antiimperialista Emilio Roig de Leuchsenring, primer Historiador de La Habana. Por tal motivo, y convocados en esta ocasión en memoria del más devoto continuador de la obra del Dr. Roig e Historiador de la Ciudad de La Habana durante más de medio siglo, el Dr. Eusebio Leal Spengler, representantes de la OHCH se reunieron para conmemorar el 83 aniversario de su fundación.

 

 

En el gran salón que a partir de este momento llevará el nombre precisamente de Eusebio Leal Spengler, perteneciente al Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Academia del Patrimonio creada por el propio Leal en el año 2006, como regalo de la Oficina del Historiador al Comandante en Jefe Fidel Castro en su 80 cumpleaños, se realizó esta ceremonia. A la misma también se le suma una especial connotación: con la realización de este encuentro se dan por terminadas e inauguradas oficialmente las obras de restauración del cuarto piso del Edificio Santo Domingo, nueva sede del Colegio Universitario, que contará con mayores y más modernos espacios para la docencia, la investigación y la innovación, en pro de cumplir el encargo social de formar con excelencia a los Licenciados en Preservación y Gestión del Patrimonio Cultural.

 

 

El acto estuvo presidido por el Dr. Dionisio Zaldívar, Vicerrector Primero de la Universidad de La Habana (UH); la Dra. Vilma Hidalgo de los Santos, Vicerrectora de Investigación y Posgrado de la UH; la Arquitecta Perla Rosales Aguirreurreta, Directora General Adjunta de la OHCH; el Dr. Félix Julio Alfonso López, Decano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana; y Fray Manuel Uña Fernández, Vicario de la Orden de Predicadores en Cuba y fundador del Centro de Estudios Fray Bartolomé de las Casas. Asimismo, se encontraban presentes como invitados compañeros del área de inversiones y proyectos que han laborado arduamente para devolver al Colegio sus condiciones óptimas de trabajo y estudio; directivos de la OHCH, y una representación del Consejo de Dirección del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.

 

 

En un inicio, la ingeniera Johanna Aedo Gutiérrez, Directora de Inversiones de la OHCH, habló en nombre de los proyectistas, inversionistas y constructores de la obra que este 11 de junio se inaugura, agradeciéndoles por su labor, y afirmó que al final “hemos tratado de que todo sea para lograr el sueño de Leal. Solo nos queda mantener lo que hemos hecho. Llegar aquí es el 50 % de la tarea ganada. Ahora le toca al Colegio que brille por la experiencia acumulada, por los contenidos, por los estudiantes que estarán”.

 

 

En nombre de los profesores y trabajadores del Colegio San Gerónimo de La Habana, el Dr. Luis Barreiro Pousa expresó un profundo sentimiento de gratitud porque para él “estamos volviendo a los orígenes, pero un nacimiento muy superior al anterior, porque estas áreas son mejores, más amplias. Realmente, ahora, esto se siente más un área universitaria. Estamos en una facultad universitaria, y yo creo que los estudiantes lo van a disfrutar, tanto los que siguen como los de nuevo ingreso”.

 

 

Un momento importante del encuentro fue también la entrega de la toga académica que identifica a los profesores del Colegio. El Dr. Sergio Raymant Arencibia Iglesias, Vicedecano de Investigación, Postgrado y Colaboración Internacional, fue el encargado de entregar las prendas al grupo de doctores, en diferentes áreas del conocimiento, que la Oficina ha formado en los últimos años. Ellos fueron la Dra. Patricia Rodríguez Alomá, la Dra. Magda Resik Aguirre, la Dra. Miriam Escudero Suástegui, la Dra. Grisel Terrón Quintero, la Dra. Rosalia Oliva Suárez, el Dr. Michael González Sánchez, el Dr. Rigoberto Menéndez y el Dr. José Ramón Rosete Suárez.

 

 

Palabras de elogio a la memoria de Emilio Roig y Eusebio Leal, eternos historiadores de La Habana, fueron colofón del encuentro, las cuales estuvieron pronunciadas por el Dr. Félix Julio Alfonso López.

“Eusebio tuvo la dicha de imaginar y materializar sus proyectos en el ámbito de un proyecto social que se puso del lado de los pobres y estimuló como nunca antes la educación, la cultura, la solidaridad y el respeto martiano a la dignidad plena del hombre. Emilio fue libre pensador y radical dentro del Grupo Minorista, y desde posiciones de izquierda nunca militó en formación política alguna. Eusebio fue cristiano de alma y comunista de corazón. Uno y otro fueron cubanos con un discernimiento alguno de los problemas más acuciantes del momento histórico que les tocó vivir”, aseveró el Decano del Colegio Universitario San Gerónimo.

 

 

Para Alfonso, los dos fueron hombres, como expresó Martí de Domingo del Monte “entre los más reales y útiles de su tiempo”. Ambos fueron criaturas apasionadas y dinámicas. Dotadas de un carácter enérgico y justiciero, estoico y compasivo al mismo tiempo.

“Emilio y Eusebio alcanzaron en vida múltiples honores, distinciones y reconocimientos, pero ninguno mayor que el de la gratitud y el recuerdo emocionado de todos los cubanos. Los dos fueron amantes impetuosos y sublimes de la historia, de la belleza, de su ciudad y de esa madre afectuosa para la cual siempre trabajaron con audacia y cariño: Cuba”, concluyó.

 

 

Gabriela Milián, estudiante de 5to año de la especialidad de Museología, comentó a Habana Radio, ante este resultado, sentirse “contenta y entusiasmada de poder regresar al espacio del Colegio, esta vez renovado, y poder retomar la dinámica que teníamos de las clases en el edificio de Santo Domingo y de las cuales tanto disfruté en mis dos primeros años de carrera”.

“También creo que es un logro que la restauración no solo se quede en el Colegio, sino que trascienda e integre a todas las oficinas que confluyen en el edificio Santo Domingo. Se van a ver beneficiados la sede de Ars Longa, la revista «Opus Habana», la Academia Cubana de la Lengua, el Gabinete de Música Antigua Esteban Salas, y todas las instituciones que comparten este espacio de trabajo”, comentó la también Gestora Cultural del Gabinete de Patrimonio Musical.

 

 

El sueño que una vez tuvo el Doctor Eusebio Leal Spengler, el cual tuvo su finalización en el año 1999, sigue cristalizándose con este nuevo espacio que los estudiantes podrán disfrutar cuando en septiembre regresen las clases presenciales si mejora la situación epidemiológica. El alumnado regresará a un entorno renovado de doce aulas para la docencia, equipadas con los implementos tecnológicos necesarios. Se renuevan también los espacios de laboratorio de computación y el laboratorio de profesores con nuevos equipamientos informáticos, y se incluye un aula de innovación para videoconferencias.

 

 

Como novedad, se contará con un salón de profesores, quienes podrán disponer de confortables espacios para sus respectivos departamentos. La Biblioteca a disposición de los estudiantes recibió, además, con motivo de esta reinauguración, un donativo de fondos documentales del Comandante José Ramón Fernández, de manos de su hija, la Dra. Vilma Hidalgo de los Santos.

 

 

Uno de los atractivos de esta renovación es la señalética que permitirá la orientación en el espacio, y las paredes características del edificio de madera sintética han sido decoradas con gigantografías de obras del patrimonio pictórico, documental, inmaterial y monumental cubanos.

 

 

De esta forma se reafirma las palabras que pronunciara el Doctor Leal en 1999, en el acto de inauguración del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana: “Lo más importante con la creación de este recinto es la convivencia entre una comunidad humana y su ciudad histórica, la recuperación por parte de ella de una memoria que le permite en cada esquina, en cada piedra, en cada árbol, en cada libro escrito, hallarse presente y mirarse como un espejo.  Y reconocer, como ya se dicho, que en esa preservación está el ancla, la clave fundamental, la piedra angular de la subsistencia de un pueblo que ha proclamado universalmente su derecho a existir, su derecho a ser, su derecho a su propia identidad, a su propio carácter, a escribir su propio destino, a salir hacia el mundo con sus propias determinaciones”.