Museos: palacios del conocimiento y la memoria

18 de mayo de 2023

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Francisco Delgado

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Cuba, Cultura, Día Internacional de los Museos, ICOM Cuba, Oficina del Historiador de La Habana

 

 

Quizás como tantas memorables personalidades de la historia y la cultura han afirmado, la leyenda creada por la sorprendente visita a un museo termina por despertar en el saber de los otros la curiosidad de lo desconocido. Tal como diría André Mairaux: “un libro de arte es un museo sin paredes, porque en sus más excitantes mamparas habita la poesía de lo extremadamente curioso”.

Como idea dominante en el interior de los palacios de la sabiduría, reinan las anécdotas, relatos y objetos de más de una época, siglo y cultura. Sus espaciosas salas nos muestran el olimpo más expedito del patrimonio mundial y nacional, compartido con el carácter que identifica un estilo de vida, ciencia, religión y hasta más de una postura en el pensamiento y la ética.

 

 

Durante años, el museo se ha significado como un templo vivo para el aprendizaje y la búsqueda de lo incomprendido por los contemporáneos. Han sido y son la extensión más cercana de las bibliotecas, academias y escuelas, como mismo de la producción y recreación espiritual de las comunidades locales. Estas últimas como verdaderas protagonistas de sus constantes pasos por el tiempo, incitándo a los museos a reedescribir el pasado, reconociendo en el futuro la infinitud de los saberes.

Así, un tiempo después, los museos han seguido asistiendo al prodigioso proceso creador del hombre, para significar en los valores singulares y universales de una cultura, la calificación de ser guías ideales para las más jóvenes generaciones. En ese afán por el conocimiento verdadero, aquel que se opone a la ignorancia y la quietud del alma.

Más han sido los museos, la partitura de toda una creación divina con el saber y el ejercicio de la virtud. Su firmamento ha derivado en la motivación y la afirmación de su contenido semántico, y a la vez, en la acepción moderna de la palabra para renovar en el interior de las conciencias la exigencia de la búsqueda constante.

 

 

Precisamente, el humanista Paolo Giovio emplearía la palabra Museum para describir sus colecciones y disponer de ellas, en el edificio que las albergaba, muy cerca del lago Como.

Fue entonces –aproximadamente a fines del siglo XVI– que se construyó el primer edificio destinado a exponer una de las mejores colecciones privadas de ese período de la civilización humana. Se trataba entonces de la ampliación del Palazzo de Giardino de Sabbioneta, cerca de Mantua, donde en su interior podían ser vistas las grandes estatuas, los bajo relieves y los bustos más asombrosos.

 

 

Pero esta fisonomía del arte museológico fue representada cada vez más con verosimilitud, osadía e indudable valor patrimonial en la otrora temprana etapa de la colonia en Cuba. Desde esa misma época, la isla del Caribe insular, mostró en la constitución de los museos, el deseo infinito por desarrollar en las comunidades y las distintas regiones del pais un modo de ser respecto a la investigación y la historia local.

Según los propios registros de los archivos históricos, reza en sus anuarios, que finalizado el siglo XIX fue abierto el primer museo-biblioteca municipal en la ciudad de Santiago de Cuba, específicamente el 12 de febrero del año 1899, gracias al interés personal de Don Emilio Bacardí Moreau, y contando con el apoyo de varios de sus colaboradores.

 

 

Luego, vendrían otros nuevos espacios a caracterizar la historia local y el anecdotario holístico de la tradición de la historia. Habitarían en los lugares más inhóspitos y genuinos, el saber de lo que aún está por descubrirse y conocerse. Aquella grata experiencia de orfebrería en el registro de la memoria. Esa actitud de consagración y sacerdocio empírico-científica, que tanto defendiera con la pasión del trabajo Emilio Roig de Leuchsering, primer Historiador de Ciudad de La Habana en el año 1935, y que con posterioridad el Dr. Eusebio Leal Spengler, desarrollaría a límites insospechados con todo un modelo de prácticas relacionado a la conservación y la restauración. En un ejemplo de industria cultural mucho más autonóma y formativa, guiada en su misión social por el deseo de devolver al Centro Histórico y a muchas de las instituciones más antiguas de la ciudad, el valor de su status patrimonial.

Nuestra época no es, por suerte, época del olvido por estar sometida a los influjos de la tecnología y la información. Gracias a la existencia del nuevo mapa cartográfico, los museos han aprendido que existen otras formas de ser conmovedor, donde el placer, el ritual y la tecnología simbolizan disímiles cánones de belleza que hablan con agrado a nuestros ensueños.

 

 

Quizás por ello, las politicas de gestión en el manejo y conservación de las ciudades patrimoniales, la propuesta didáctico-educativa de las aulas museos, junto a la interactividad de los nuevos códigos de comunicación de la era Internet han propiciado en varias de las instituciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad, esa nueva sensación de armonia entre lo tradicional y lo contemporáneo. Allí donde el rostro de las afirmaciones rotundas son sustituidas por los debates permanentes del diálogo y la investigación, pensando aún más en el ejercicio de la crítica individual y grupal, apostando a toda luz por los acontecimientos que suceden día a día, y que deben ser también contados y representados a través de la historia y la cultura.

De ahí que cada 18 de mayo, se defiende el espirítu de la sabiduría en el interior de los museos. Sus colectivos entregados a la actividad del servicio público siguen cautivados por esa excitante acción dionisíaca de la aventura, la duda y la revelación, de aquello que fue y aún no ha sido evidenciado.

 

 

Y, no menos importante, los museos serán visto otra vez por lo que siempre fue y seguirá siendo: una gran plataforma de incesantes flujos transnacionales, de deseos, fantasías, e infinita libertad, donde definitivamente la imaginación, investigación y la arqueología nos permite seguir viajando por una suerte de máquina del tiempo.

Sea este un pretexto más de Habana Radio para honrar y celebrar el Día de los Museos como el espacio cultural y científico que nos invita a pensar y sentir mucho más cerca a nuestro Patrimonio y Memoria.